Hace unos días tomaba un autobús, miraba alrededor mía y todos llevaban la mascarilla puesta, algo que encontré reconfortante pues, al menos, esa norma y en un transporte público, se estaba cumpliendo. Pero uno no puede menos que ir escuchando lo que hablan unos y otros, y la sorpresa es grande.
Temas variados, desde el famoso palo del derbi sevillano hasta las vacunas y sirve, como buen ejemplo, de los temas que preocupan a nuestra sociedad.
El negacionismo hoy está presente en todo, una persona le decía a la otra: “Si, le dieron con un palo de plástico, vamos, con eso le daba yo a mi hijo cuando no me hacía caso y ni le dolía y el otro va y se retuerce cuando se lo dice el entrenador, que poca vergüenza...” El contertulio le decía: “¿El palo? ¿Qué palo? Si eso era una varita, cuentos chinos” y yo me sonreía porque no hay peor ciego que el que no quiere ver y, por desgracia, el espectáculo lamentable se ha vuelto a dar en Sevilla, aunque esto pasa en otros muchos puntos pero, parece, que cuando se trata de esta ciudad gusta de magnificar, y no precisamente por los medios sevillanos. ¿Cuál es la razón?
Otro de los temas destacados en esas conversaciones era el tenista Djokovic: “Yo creo que lo deberían de haber dejado jugar, pobrecillo el hombre, con lo buen jugador que es y las ganas que tenía” decía mientras otras dos personas asentaban con la cabeza. Es para tener una boca prestada y decir: Australia es uno de los países más restrictivos del mundo y las leyes las cumple todo el mundo, no por ser tenista tienes derecho a no cumplir las normas y saltarte ese paso de entrada al país con la vacuna puesta. Un señor que es un antivacunas y que está dando un pésimo ejemplo social, personajes públicos que deben hacer todo lo contrario.
El tema estrella era la vacuna: “Ahora me tienen que poner la tercera dosis, veremos a ver si me la pongo, la segunda me sentó fatal”, respuesta de su acompañante: “No te la pongas, todo eso es mentira, te meten nanolitos de carbono y un chip para controlarte, mira que hay doctores que lo dicen”, y te quedas patidifuso. Aún hay personas que piensan así, aún hay personas que dan pábulo a semejantes mentiras y que, en algunos casos, hay médicos que abogan por ello en un claro ejemplo de profesionales a los que habría que sancionar pues dedicándose a la medicina no se puede apoyar muchas de estas informaciones falsas.
No hace mucho sufrí el fallecimiento de un buen amigo y compañero en Canal Sur, Juan Antonio Jurado, víctima del Covid, ese mismo día uno de estos negacionistas tuvo el mal gusto y la poca educación, el poco respecto y poco tacto, de enviarme un vídeo sectario en el que se abogaba por todos lo que es el negacionismo y la antivacuna, ¿saben? Lo bloqueé de todo y vivo más tranquilo.
Hace poco veía un vídeo en el que ponían a miles de manifestantes en una supuesta convocatoria antivacuna, corría como la pólvora en redes con todos los partidarios hinchándose de gloria ante el triunfo de los “compañeros alemanes”. ¿Sabes la verdad cual era? Que el vídeo no era de una manifestación antivacuna sino del traslado de hinchas del Schalke 04 a su estadio...Todo es comprobar la información pues no hay peor ciego que el que no quiere ver. Con su pan lo disfruten pero que no contagien a nadie.