Los medios y los días

Copiones en la universidad

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05 oct 2019 / 07:00 h - Actualizado: 05 oct 2019 / 07:00 h.
"Universidad de Sevilla","Fraude","Los medios y los días"
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El diario Abc se está especializando en detectar tesis y libros copiados. Buen servicio, sí señor, hay que sacar de la circulación pública a estos copiones y, es más, ¿no se les aplican sanciones administrativas ni penales? Pero, ¿qué es esto?, ¿se copietea en forma de plagio y se va uno de rositas? En la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, que es donde trabajo, se jubilan este año al menos media docena de profesores que aún no han llegado a los 65 años cuando en la universidad nos jubilamos a los 70. Tienen ya los años cotizados y se quitan de en medio. ¿Saben cuál es una de las causas principales por la que lo hacen? Están hartos de aguantar alumnos incompetentes, pasotas que chupan del erario público, que están entregados a la comodidad que regalan estos tiempos, empezando por la facilidad que se ofrece para aprobar y terminando por el uso de la tecnología como si fuera parte del cerebro. ¿Para qué me voy a aprender eso si viene en internet?, preguntan algunos cretinos.

Hace decenios que vivimos en la sociedad del “adelgace en un mes” o “aprenda inglés en 15 días”. Pues bien, esto se ha extendido como un reguero de pólvora y ha estallado y las explosiones seguirán. Dicen los especialistas en neurociencia que los cerebros humanos tienden a la comodidad, a las excepciones los vagos los llaman frikis pero sin frikis, es decir, sin personas que se tomen en serio su trabajo, no habría progreso. Hay algo que no cambia por más que cambien los tiempos y lleguen las tecnologías: el que quiere peces se tiene que mojar el culo y el que desee construir algo relevante tiene que desarrollar un enorme esfuerzo que se convierte a su vez en algo crucial para uno mismo si se tiene confianza en sí y en lo que se persigue.

Los copiones de alto standing que están saliendo a la luz le están haciendo un daño enorme a la aventura del saber, están estimulando al mediocre que, como ellos, luego llega arriba a base de trucos, mentiras y picaresca. Esos copiones no deberían dimitir solamente sino ser reos de escándalo público, al margen de que son culpables de plagios. Son sembradores de vagos y provocan de alguna manera que profesores que han demostrado su valía deseen jubilarse porque no soportan ya a unos “niños” que llegan a la universidad sin merecerlo.

Y que tengan cuidado los alumnos brillantes y muy brillantes que por fortuna aún tenemos, porque estos copiones les pueden plagiar los trabajos de clase, los Trabajos Fin de Grado (TFG), los Trabajos Fin de Máster (TFM) y por supuesto las tesis doctorales a los que ingresen en el cuerpo de doctores. Estos copiones no tienen respeto ni por ellos mismos. En el fondo no es nada nuevo, desde los tiempos más pretéritos, hubo quien, en lugar de salir a cazar, prefería esperar escondido a que pasara el que se había esforzado por lograr la pieza y cuando la llevaba a su hogar o a su tribu para provecho colectivo, lo sorprendía, le pegaba un golpe, lo mataba y se quedaba con la presa.