Comentario bíblico

Domingo VI tiempo Ordinario (ciclo A)

Eclo 15,16-21; Sal 118; 1Cor 2,6-10; Mt 5,17-37

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16 feb 2020 / 03:00 h - Actualizado: 16 feb 2020 / 03:00 h.
"Comentario bíblico"
  • Domingo VI tiempo Ordinario (ciclo A)

Las lecturas hablan de la ley y la sabiduría de Dios. El pasaje del Eclesiástico afirma que Dios, en la inmensidad de su Sabiduría, ha puesto su ley al alcance del hombre (“si quieres, guardarás sus mandatos”), y de ella depende su destino: muerte o vida. El salmista pide a Dios que le muestre el camino de sus leyes (su voluntad) y le enseñe a cumplirlas, pues ahí está la dicha.

El evangelio, continuando la lectura del discurso de Jesús en la montaña, presenta la ley de Cristo. Él no ha venido para abolir la ley de Moisés sino a darle plenitud. Jesús pide enseñar y cumplir la ley para entrar en el Reino de los cielos. Pero va mucho más allá del cumplimiento de la letra (como los letrados y fariseos). Pasando revista a varios mandamientos (no matar, no cometer adulterio, no repudiar, no jurar en falso) contrapone una exigencia mayor (“pero yo...”), para vivir el espíritu de la letra. No basta con no matar sino con no matar al hermano con el corazón o los labios (fraternidad que posibilita el culto verdadero a Dios). No basta con no cometer adulterio sino con no perder la fidelidad de la mente y el corazón (fidelidad que evita la ruptura). No basta con no jurar en falso sino con ser trasparentes y coherentes sin poner a Dios como garante de la propia palabra. Jesús enseña más que preceptos unas actitudes y principios máximos de vida que orientan en el camino del Reino.

Esta es la plenitud de la ley: la sabiduría de la ley del Amor que nace del corazón y se manifiesta en acciones. Así lo muestra Pablo a los corintios. Es la sabiduría que procede del Espíritu y que penetra en las profundidades de Dios y, en consecuencia, en las profundidades del ser humano. Sabiduría que se revela en el misterio de la cruz del Señor.

1. ¿Pides al Señor que te muestre el camino de su voluntad? ¿Te empeñas en seguirla?

2. ¿Experimentas la dicha de vivir el camino de la ley que Cristo propone?

3. ¿Tienes presente esta nueva ley para examinar tu vida? ¿Cómo se refleja a la hora de celebrar el sacramento de la reconciliación?