Andalucía no merece pozos

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15 may 2023 / 11:33 h - Actualizado: 15 may 2023 / 11:37 h.
"Medio ambiente","Doñana","Sequía","Agua"
  • Parque Nacional de Doñana. / EFE
    Parque Nacional de Doñana. / EFE

Una manifestación multitudinaria que ocupaba las calles desde el Parlamento de Andalucía hasta el principio de la Alameda por la calle Trajano, ha enviado su aviso a Juanma Moreno Bonilla y al resto de parlamentarios que se sientan en el Parlamento del antiguo hospital de las Cinco Llagas: Los pozos ilegales (y los legales, pero los ilegales, más) están haciendo daño al espacio húmedo más importante de Europa, el punto de encuentro, descanso y reproducción de más de trescientas especies de aves en su periplo anual desde el norte de Europa al sur de África. El medio de vida de otras trescientas especies. Si la desaparición de una sola especie animal destruye por completo el ciclo de la vida al afectar a todas las que están en el mismo círculo alimenticio ¿qué ocurrirá con la de seiscientas? Aves beneficiosas para el campo, para los campos de Europa y África, los cuales mantienen libres de insectos. ¿Qué ocurrirá con las ciudades andaluzas, dónde la temperatura subirá considerablemente hasta lo insoportable y los mosquitos y otros insectos las harán más insoportables todavía?

No es sólo la supervivencia de un espacio único, de un ecosistema sensible y fundamental para la vida animal lo que se está poniendo en grave riesgo de supervivencia. Es el clima, la salubridad y la vida de los andaluces lo que corre peligro si se deja desecar Doñana. Con el riesgo añadido —no nos cansaremos de repetirlo— de afectar plenamente a todo el Condado de Niebla y a otras zonas de las provincias administrativas de Huelva y Sevilla, que perderán su humedad con lo que acabará con todos los cultivos. Con todos.

Hace cincuenta años, cuando el movimiento ecologista estaba en su comienzo y la conciencia todavía no se había despertado en la mayoría, el “slogan” de los enemigos de declarar Doñana Parque Nacional, amigos de la especulación y el uso privativo de un coto de caza, era “las personas son más importantes que los pajaritos”. Se hacía una disección, se diferenciaba entre unos y otros porque la separación, los enfrentamientos siempre han sido beneficiosos para quienes mandan y quizá más para quienes quieren mandar. Crear divisiones, buscar diferencias entre los distintos grupos, es una manera de imponer sus intereses. Anteponer personas a animales es una ignorancia supina, interesadamente mantenida, porque es demasiado torpe ignorar la influencia mutua de unos en otros y viceversa y, por tanto, la necesidad de la especia humana de mantener la existencia de todas las demás especies.

Hoy ha quedo plenamente claro el efecto positivo de las aves en la polinización o la protección que prestan a la especie humana en la eliminación de insectos molestos y muy dañinos como los mosquitos. El mismo efecto que aportan a las plantas, ya sean silvestres o adaptadas y sembradas por la mano humana. Sin las aves que viajan cada año entre Europa y África, por ejemplo, los cultivos de Centroeuropa necesitarían tal cantidad de fitosanitarios que pondrían en grave peligro la salud humana. Esas aves necesitan Doñana para invernar y reproducirse. Pero Doñana suma otros valores a este: es el lugar dónde se refrescan los vientos cálidos procedentes del desierto. Y esas aves, esos “pajaritos” que para los especuladores eran “menos importantes que las personas”, nos limpian las ciudades de alimañas, mosquitos y otros insectos dañinos y molestos.

Ahora, por fin, el gobierno ha decidido instalar desaladoras. El gobierno central, porque el de Moreno Bonilla es incapaz de otra cosa que no sea criticar, enredar y proponer la peor solución. Lo diremos una vez más: la primera acción imprescindible para recuperar el agua superficial es deshacer los drenajes que se hicieron para recogerla y desmontar la estación de bombeo que la arroja toda al mar. Recuperar esa agua es imprescindible para devolver la vida a la marisma. Trasvasar agua desde el Odiel es imposible por lo menos hasta que el Odiel recupere su caudal. Deshacer esos canales y desmontar la estación de bombeo es trabajo necesario y obligado.

La demagogia y la mentira pueden ser rentables a veces. Pero la forma honrada y eficaz de gobernar es con la verdad. Y la verdad es que la sobreexplotación del acuífero lleva a medio-corto plazo a salinizar todo el agua de la marisma. Las consecuencias nefastas entonces serán irreversibles.