Edad...

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14 oct 2018 / 09:53 h - Actualizado: 13 oct 2018 / 12:26 h.
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Cuando somos niños se nota mucho la diferencia de edad, ¿recuerdas cuando hablábamos de “los mayores”? y a lo mejor tú tenías 12 años y “los mayores” a los que te referías tenían 14, tan sólo una diferencia de 2 años de edad, apenas un suspiro... Pero por aquél entonces que uno de esos “mayores” te hablara, o mejor aún, que te incluyera en su grupo ¡molaba!, al tiempo que se traducía en una suerte de “subida de estatus” dentro del mundo adolescente, parecía como que daba categoría eso de juntarte con gente de más edad...

Cuando somos niños, ¡nos encanta cumplir años!, pareciera que tuviésemos prisa por tener más edad, de tal forma que aún quedaban más de 10 meses para mi cumpleaños y yo ya decía: “tengo 12 `pá´13”, recordando aquella vocecilla en mi cabeza me da la risa y me pregunto: “¿por qué tanta prisa?”.

Borrando la frontera temporal

Ahora la frontera de los años se desdibuja, desaparece aquél título -que tanto imponía- de “los mayores” y todos empezamos a formar parte de una suerte de Unión Adulta (con la salvedad de que, en más de una ocasión, ni estamos tan unidos ni nos comportamos como adultos). Ya no tenemos tanta prisa por cumplir años, de hecho ya mucha gente ni siquiera lo celebra (afín de que los demás no descubran su edad o, en ciertos casos, porque directamente olvidan celebrar su existencia...) y, desde luego, si ves a una señora que tu mente clasifica como “de cierta edad”, ¡por Dios, no se te ocurra preguntarle por el alcance de “la cierta”!, se supone que es de mala educación aunque, honestamente, a mí (al igual que le sucedía a mi madre) eso me parece una soberana estupidez porque si hay algo seguro en esta vida es que todos cumplimos años y, como bien decía mi madre, “la alternativa no es muy agradable”, así que hay que sentirse orgulloso y satisfecho por cada uno de los años que llenan de oxígeno vital tu pecho (mi madre anunciaba que era su cumple desde el mes antes, creo que era de las pocas señoras a las que le encantaba hablar de su edad, de la auténtica) y, desde luego, procura no olvidarte de celebrar tu existencia aunque sea poniendo una velita sobre una magdalena, eso sí, siempre junto a aquellas personas que merecen la pena...

La TV de la vida

Si te preguntasen, “¿qué es la edad?”, ¿qué contestarías?, la respuesta más obvia es que la edad es el Tiempo Vivido (TV), es un concepto que hace referencia al pasado, la edad es una especie de mando a distancia que te permite visionar los diferentes programas de tu singular TV, de ese Tiempo Vivido que, hasta el momento, ha definido nuestra existencia. Es curioso, ¿te has dado cuenta de que la edad nos define en pasado?, es decir, si alguien me pregunta cuántos años tengo, yo diré 33: ése es mi Tiempo Vivido (TV), pero a veces, me dan ganas de decir que mi edad es de 60 años, porque ése sería mi Tiempo Por Vivir (TPV).

Eres lo que DAs a Diario

Esas siglas te sonarán, “TPV” es el acrónimo de Terminal Punto de Venta, un dispositivo que en los comercios se utiliza para imprimir el ticket de la venta. Del mismo modo, tu peculiar TPV (tu Tiempo Por Vivir) es una suerte de dispositivo emocional que te pasa un informe de lo que das (a ti mismo y a los demás) pues ése es el verdadero significado de la “EDAD”: Eres lo que DAs a Diario. Cada día del calendario queda definido por todo aquello que de tu mente y te tu corazón ha salido, es decir, en función del valor que seas capaz de aportar, así harás sentir y te sentirás. Hay personas que, biológicamente, te dicen que tienen 85 años pero ¡no los aparentan! porque esa “EDAD” que tienen ahora es el fruto del valor que han ido dando durante cada día hasta llegar a los 85. Las reconocerás porque tienen un brillo especial en los ojos, son dinámicas, soñadoras, se sienten dueñas del ahora porque tienen más que claro que, el ahora, es lo único que realmente poseemos...

El único viejo de verdad es el que renuncia a aprender y a aportar. Ya lo sabes, ¡apasiónate, descubre, crea valor! así, por más años que pasen, nunca te harás mayor.

María Graciani

https://mariagraciani.wordpress.com/