Opinión

Manuel Bohórquez

El cante jondo vuelve a Ávila

El cantaor Enrique Morente participó Semana Flamenca de Ávila. / EFE

El cantaor Enrique Morente participó Semana Flamenca de Ávila. / EFE / Manuel Bohórquez

Uno de los tópicos que hay que desmentir es que el flamenco sea un arte exclusivamente andaluz. Quizá en su origen, aunque hay palos de la baraja flamenca que musicalmente nos llevan a determinadas regiones de España e incluso al continente africano o países sudamericanos. Curiosamente, Ávila es una ciudad de Castilla y León en la que siempre ha gustado el buen flamenco, sobre todo el cante jondo. No en balde tuvo una de las peñas flamencas más antiguas de España, con el nombre de Don Antonio Chacón. En los años noventa y gracias a don Antonio Montoya y don Antonio Carrera, se empezaron a celebrar dos semanas flamencas, una de ellas dedicada a la mujer. O sea, que empezaron con lo de la reivindicación del papel de la mujer en el flamenco antes incluso que en las propias ciudades andaluzas. En este aspecto, Ávila fue una ciudad adelantada gracias al patrocinio de Caja de Ávila, el entusiasmo de Antonio Carrera y el buen hacer del representante alicantino, de Orihuela, citado unas líneas más arriba.

La ya extinta Semana Flamenca de Ávila llegó a ser de las más importantes de España, con programaciones de altura, que le dieron artistas como Enrique Morente, Calixto Sánchez, Naranjito de Triana, Milagros Mengíbar o Carmen Linares. Recuerdo las colas que solía haber en la puerta del Auditorio Caja de Ávila, que a veces llegaban a La Casona, uno de los buenos mesones de esta ciudad. Y cómo venían aficionados desde toda la provincia, como Merce y Jesús, de Piedrahita, o Licinio Jiménez Galán, de Balbarda, que se nos fue hace escasos meses. La crisis económica acabó con todo, con el trabajo que costó que Ávila estuviera en la vanguardia del arte jondo. Pero donde hubo fuego, algún rescoldo queda siempre y Antonio Montoya ha vuelto a apostar por el flamenco en Ávila avivando el rescoldo para que vuelva a prender la llama del arte dentro de la gran muralla abulense. Parece que hay hambre de cante en el corazón de Castilla y León y los aficionados tienen ahora la oportunidad de recordar aquellos gloriosos años de arte.

Vuelve el cante jondo a la bella y antigua ciudad amurallada, con tres cantaores distintos y con sello propio: el día 27 de este mes, Miguel de Tena con la guitarra de Patrocinio Hijo. El 23 de noviembre, Julián Estrada con el mismo guitarrista. Y el día 15 de diciembre, El Turry y el guitarrista Marcos Palometa. Jóvenes maestros que tienen por delante el reto de llenar el Auditorio de Caja de Ávila, ahora pagando una entrada de solo 12 euros. Antes siempre fue gratis, porque pagaba Caja de Ávila. En esta ocasión hay que pasar por taquilla y las entradas ya están a la venta. A ver si es verdad que gusta de verdad el cante en la tierra de Santa Teresa.