Opinión

Manuel Bohórquez

El Niño de la Estación y la crítica

El cantaor Enrique Morente.

El cantaor Enrique Morente. / Manuel Bohórquez

Soy de los que piensan que la crítica flamenca ya no existe o que es perfectamente prescindible. Pero siempre ha sido importante en la música flamenca y la literatura andaluza. Cuando trabajaba en la radio hice un experimento. Me grabé unos fandangos imitando el estilo antiguo, de aire abandolao, y dije que era algo que me habían pasado en Málaga, de un genio desconocido, un hijo secreto de la Trini de Málaga. Lo puse en mi programa El duende y el tárab y me deshice en elogios hacia el misterioso cantaor malagueño, destacando su afinación y duende. Los oyentes llamaban diciendo que no era para tanto, pero lo seguía poniendo y diciendo que era algo fuera de lo normal, una rareza del cante.

En unos meses algunos expertos empezaron a decir que sí, que era un genio, el Chacón malagueño. Demostré así la importancia de un crítico, que opinaran bien de un cantaor malo por el hecho de que yo lo elogiara. Se supone que los críticos somos grandes expertos, capaces de darle valor a lo que no lo tiene. Aquel cantaor, El Niño de la Estación, sigue siendo importante para algunos coleccionistas, que lo tienen como una joya del cante clásico, y es sólo un experimento, unos fandangos míos en los que imité la voz del cante de pizarra, con su ruido de huevo frito y todo. No me pregunten cómo lo hice, pero el incunable quedó genial.

¿Es posible crear hoy una figura del cante de la nada, con lo que chanelan los del Facebook, que es donde se discute de cante? Recuerdo que Enrique Morente estaba tan harto de que le dijeran que cantaba mal, que comenzó a cantar al revés y acabó siendo reconocido como un genio. Fui yo precisamente el primer crítico que le llamó genio, en concreto en un programa de Televisión Española que presentaba María Ávila en los ochenta. El mismo Enrique me riñó por la osadía, diciéndome con su gracia característica, de enorme ingenio: “Nos van a matar a los dos por decir eso, Manolico”. Morente hoy es tenido por un genio de la música flamenca. Incluso por los anti morentistas. “El Picasso del cante flamenco”, le llaman. Lo que se estará riendo el maestro en el infierno.