El rey emérito y el efecto dominó: Próxima estación ‘Familia Pujol’

Siempre se dijo que Pujol sabía demasiado y que por esa razón se le consentían muchas cosas que los ciudadanos miraban con estupor y sin entender nada de nada.

Vamos a imaginar, aunque solo sea durante un momento, que Pujol conocía los movimientos del Rey emérito yendo y viniendo con un montón de dinero en la cartera, que conocía que regalaba a su amante una cantidad de dinero formidable y que recibía cantidades más formidables aún por intermediar en la concesión de obras de enorme magnitud. Si damos esto por bueno, aunque solo sea por un momento, podemos pensar que Jordi Pujol podría amenazar diciendo que si le rozaban a él o a su familia se pondría a largar ‘lo más grande’. Y podemos imaginar que le harían caso por el bien de todos (de todos los malos, digo). Porque en España, por desgracia, se ha llevado dinero de forma ilegal hasta el más tonto de las bandas que han tenido organizadas algunos políticos, algunas familias y, todo parecer indicar, que el Rey emérito.

Es verdad que la presunción de inocencia es parte del ADN de nuestra democracia y que hay que respetarlo. Hasta que un juez no dicte sentencia todo son especulaciones. Pero hay cosas que se hacen difíciles de digerir. Esto de los Pujol y lo del Rey emérito es un ejemplo. Es insoportable, insultante y vomitivo.

Lo de los Pujol parece cosa de película y de banda mafiosa. Ya se han demostrado unas cuantas cositas y ya podemos decir que son unos golfos. Si ahora se profundiza (ya se sabe lo del Rey y no tiene nada con lo que amenazar) y se descubre que la familia Pujol es mucho más banda de lo que parecía, habrá que plantearse qué hacer con ellos. Esta vez en serio y sin que dependa de la Generalitat el conceder permisos o grados o gaitas. Es una anomalía tremenda.

Lo del Rey emérito está poniendo las cosas muy difíciles al Gobierno y, por supuesto, a Felipe VI. Ya veremos cómo acaba este asunto, pero parece que el precio a pagar por lo que ha estado haciendo Juan Carlos I durante años (si se demuestra que es así y si no se demuestra también) va a ser desorbitado. Ya hay apuestas sobre si Felipe VI será el último de los borbones que reine en España.

Aquí, todo lo ha destrozado el dinero. Qué lástima. Siendo uno de los mejores países del mundo para vivir, nos vamos a quedar en guarida de forajidos. Porque los malos siempre se ponen por delante de los buenos aunque estos sean millones y los forajidos un puñado. Una pena.