La Tostá

El social comunismo y la luz

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
08 ene 2021 / 07:58 h - Actualizado: 08 ene 2021 / 07:59 h.
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El ministro de Consumo es comunista, Alberto Garzón, pero en época de recortes salariales y merma de ingresos extras por culpa de la pandemia me han subido la luz un 27% y seguramente el ministro no va a mover un solo dedo. Soy autónomo y me lo han subido todo, menos los ingresos. Dicho de otra manera más clara: ingreso la mitad de dinero que el pasado año, pero pago mucho más. ¿Le importará esto al señor ministro de Consumo? No pude pagar la contribución y a final de año la Diputación me embargó la nómina sin pensar si me quedaría algo para comer o no. Me podrían haber llamado y preguntado que si me embargaban 400 euros me quedaría para ir a Mercadona, pero no lo hicieron. Les importa tres leches si como o no, si puedo pagar la luz o internet o si tengo para una bombona. Y yo trabajo, así que no quiero pensar en cómo lo estarán pasando quienes están desempleados y no tienen ingresos, o ingresan poco. Esto está pasando con el Gobierno social comunista, que se supone que tiene que mirar por los trabajadores. Y encima no critiques porque te sueltan los perros en las redes sociales para que te llamen franquista o fascista. La luz no es un lujo, es una necesidad porque hoy nada anda sin luz en una casa. Trabajo en casa y con este frío y en el campo, el brasero tiene que estar todo el día encendido. Y el ordenador, claro. Eso significa que pago más de cien euros de luz, y vivo solo. La hipoteca, cuota de autónomo, internet, comunidad, agua, plan de pensiones, seguros varios, etc. Comer, claro, aunque no pasa nada porque una persona coma un día sí y otro no. Es más, se pierde tocino y regulas el colesterol y el estreñimiento. O sea, que todo tiene su lado bueno. Por supuesto nada de comer en restaurantes, renovar la ropa interior cada seis meses –menos mal que se ve poco–, invitar a los amigos a comer en casa o pedir una simple pizza. Mientras tú te ajustas el cinturón y procuras no vivir por encima de tus posibilidades, el líder de los comunistas, a la sazón vicepresidente del Gobierno, se compró el cortijo antes de ser torero y enchufó a la parienta para duplicar o triplicar los ingresos. En la urbanización donde vivo no hay ni un mísero guardia de seguridad, pero Iglesias y Montero tienen guardias civiles de día y de noche para poder dormir a la pata la llana, como ilustres miembros de la nueva casta que son. Ante este panorama y semejante estafa de quienes hoy gobiernan, lo que me pide el cuerpo me lo voy a callar porque encima me pueden cortar la luz, aunque la pague a precio de oro. Que os parte un rayo, panda de estafadores.