¿Es usted empresario? ¿Tiene pensado constituir una sociedad mercantil y dedicarse a los negocios? ¿Contrataría usted a alguien sin experiencia alguna en el mundo de la empresa para gestionar un gran presupuesto y dirigir sus negocios? ¿Pagaría a este sujeto la bonita suma de 69.243,32 euros por hacer ese trabajo?
Usted, que es empresario o no lo es ni lo será aunque lleva currando toda la vida, habrá contestado a las dos últimas preguntas que no, que ni hablar, que eso sería tirar el dinero. Sin embargo, el presidente de la Junta de Andalucía fue nombrado en su cargo teniendo un perfil bastante parecido. Solo puestos políticos de segunda categoría. Gracias los votos que se depositaron en las urnas; es decir, entre todos, entre los que votaron una cosa u otra, o ni siquiera votaron; Juanma Moreno Bonilla fue investido como presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza. La cosa puede ser bastante peor. Los 130.250,60 euros que cobra el presidente de la Generalitat de Cataluña superan el sueldo de Moreno Bonilla. Y el perfil de Pere Aragonés era similar al del presidente andaluz en el momento de ser nombrado president. Y a este, también, le votaron personas que no contratarían a alguien de sus características ni de coña.
Las páginas de transparencia de los distintos gobiernos autonómicos dan mucho juego. Echar un vistazo a cada una de ellas puede aportar información con la que se puede valorar el grado de ignorancia en el que nos vemos inmersos todos los españoles. Porque cuando votamos lo hacemos sin tener claras las consecuencias de lo que hacemos; porque votamos, muchas veces, dejando que sea lo inmediato, lo visceral o cualquier cosa que tenga que ver con la falta de información lo que ordene el pensamiento para luego votar. Damos trabajo, del bien remunerado y del que te soluciona la vida, a personas que no sabemos quiénes son y no nos paramos a pensar en lo que estamos haciendo. Por ejemplo ¿a cuántos de los que votó en la última lista conoce? ¿Sabe quién es quién? ¿De qué pueden presumir cada uno de ellos? En muchos casos, ni idea ¿verdad?
Mientras hacer política sea un trabajo como otro cualquiera; o mientras sigamos votando sin tener claro lo que hacemos y lo que supone hacer algo así; nada puede ir bien. Mientras la clase política sea una especie de grupo de personas que encuentran su futuro en el dinero público, nada puede ir bien.
Por si les interesa, les diré que Isabel Natividad Díaz Ayuso cobra 103.090,32 euros. Miren en las páginas web de transparencia, se lo pasarán muy bien.