Viéndolas venir

El trabajo de ser madre

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Álvaro Romero @aromerobernal1
01 may 2022 / 13:20 h - Actualizado: 01 may 2022 / 13:21 h.
"Viéndolas venir"
  • Gustavo Valiente / Europa Press
    Gustavo Valiente / Europa Press

Que hoy coincida el Día del Trabajo con el Día de las Madres no deja de ser una poética metáfora primaveral, porque no hay trabajo más productivo que el de crear vida de la nada ni madre que ejerza de tal que no represente de por vida el trabajo perpetuo de la dignidad. Hoy, al amanecer, no tuve más remedio que acordarme de los versos lorquianos: “¡Ay qué trabajo me cuesta / quererte como te quiero! / Por tu amor me duele el aire / el corazón y el sombrero”.

Qué trabajo cuesta ser madre, cada vez más, en una sociedad galopantemente industrializada y en la que la conciliación laboral se antoja, aunque nadie lo subraye, un trampantojo socioeconómico por el que tantas madres han de trabajar como madres que son y como si no lo fueran, o sea, justo el doble de lo que la lucha histórica de tantas mujeres hubiera imaginado nunca, tal vez porque nunca contaron con este progreso uniformemente acelerado de la sociedad que se llama a sí mismo del progreso.

De modo que hoy toca felicitar a las madres, tan trabajadoras en cualquier circunstancia: a las que trabajan en casa y a las que trabajan fuera, a las madres que lo acaban de ser y a las que son muchas madres en una sola porque cada hijo es un mundo y cada mundo requiere un trabajo y una condición maternal, a las madres de antes y a las madres de ahora, e incluso a las madres que aún no lo son pero sueñan con serlo. Felicitémoslas a todas porque el mundo no sería sin su trabajo.