‘Estilo Bitton’

La más que probable vuelta del ‘loperismo’ más rancio trae consigo prácticas obsoletas que, en ningún caso, pueden ocultar la mala praxis de muchos de sus colaboradores

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10 sep 2015 / 12:17 h - Actualizado: 10 sep 2015 / 21:07 h.
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La puesta en escena del proyecto que, según el propio Manuel Castaño, encabeza él mismo para ser el próximo presidente del Real Betis Balompié ha evidenciado que, por mucho que se empeñe, en el Betis que propone la herencia de Lopera y sus praxis están a la orden del día, otra vez. Y puede que Castaño no tenga siquiera culpa de ello. Me consta que ha puesto un celo excesivo a la hora de desmarcarse de todo este circo que sigue montando el entorno del empresario del Fontanal y sus adláteres. Te va a costar, Manolo. Por mucho que tu ilusión te ciegue, me temo que no te van a dejar.

En la mañana del pasado miércoles 9 de septiembre y tras el acto de presentación de la campaña que, con casi toda probabilidad, devolverá al Betis a manos de Farusa, un grupo de personas se acercó a quien les escribe para pedirle explicaciones después de preguntar qué incidencia tendría Bitton Sport en el gobierno del Sr. Castaño. La respuesta no pudo ser más clara: hacía mi trabajo. Argumento sólido y contundente al que contestaron con cobardes insultos. Señores que todos conocemos y que habitualmente acompañan al empresario navarro. De hecho, alguno de ellos ha ostentado cargo en el club durante la etapa de Oliver. Es lo que comúnmente conocemos como el ‘estilo Bitton’. No estaban solos, también les acompañaba el fundador de loperistas.com, alguien reincidente y que parece haberle cogido el gusto a esto de amedrentar a periodistas, lo viene haciendo desde que Manuel Ruiz de Lopera gobernaba el club. El grupo se cerraba con un miembro del grupo más radical de la hinchada verdiblanca y que, además, venía avisando de ello a través de un perfil oculto en Twitter. Desgraciadamente, empieza a ser un lujo demasiado caro poder ir a una rueda de prensa sin miedo a que alguien te increpe, insulte o persiga hasta tu coche lanzando todo tipo de improperios. Nada nuevo, esto ya lo hemos vivido antes. A este periodista le tocó la parte más light de todo ello, solo tuve que aguantar insultos mientras que otro compañero, del diario ABC, fue increpado y amenazado a vista de todos en la calle San Fernando.

Una práctica habitual en un tiempo que parecía haber terminado pero que, no sé por qué, volvemos a padecer. Bueno, sí que lo sé. Usted seguro que también lo imagina. Esto no va a cambiar nada. Si lo que pretendían era coartar nuestra libertad y derecho a la información, sepan que han conseguido todo lo contrario. Han vuelto a despertar ese sentimiento que motiva el día a día de cualquier profesional de la comunicación. Como dice mi admirado compañero César Rufino, ¡soy periodista! Qué bien suena, ¿verdad? Lo voy a seguir siendo, mal le pese a quien intente coartar la libertad de quien le escribe, este medio o cualquier otro en esta ciudad. Aquí, las hemos visto ya de todos los colores y el miedo es igual a cero. No existe, no lo conocemos y mucho menos lo vamos a descubrir a estas alturas.