Los medios y los días

Exámenes y juventud digital

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10 jun 2021 / 04:00 h - Actualizado: 10 jun 2021 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Exámenes y juventud digital

Han terminado las clases en la Universidad de Sevilla, el curso no, porque hasta el 20 o 21 de julio hay actividades académicas en la universidad como exámenes, revisión de exámenes, entrega de actas, defensa de trabajos fin de grado, trabajos fin de máster, tesis doctorales, oposiciones, trabajos de administración, gestión y servicios y reuniones académicas múltiples, quienes tenemos vocación universitaria no nos vamos por ahí de vacaciones a las primeras de cambio y no pocos profesores aprovechan el verano para desarrollar estancias académicas en otras universidades o centros superiores.

Pero vayamos a los exámenes que es lo que toca ahora. Van a ser presenciales, la semipresencialidad de las clases, al menos en mi caso, que las imparto a las 8,30 de la mañana, ha sido un fracaso. Los alumnos han preferido quedarse en sus hogares y seguir online mis explicaciones, en ningún momento se han respetado las indicaciones del rectorado en cuanto a semipresencialidad. Pero eso ahora no tiene importancia, era de esperar, el absentismo universitario en algunos casos es escandaloso y no vamos a estar pasando lista en un último año de carrera.

El asunto ahora es la dificultad que encuentra una persona joven en su contexto digital para prepararse un examen. Algunos estudios como el que cita Rubén Juste en su libro La nueva clase dominante, recogen que consultamos el teléfono unas 48 veces de media al día, pasamos aproximadamente tres horas y media al día al teléfono. Calculando que tenemos unas siete horas de sueño de media y pasamos 17 horas en activo, contabilizamos un 17% de nuestro día dedicado al móvil. Ahora hay que sumar en las horas en activo las que pueden pasarse delante de una plataforma digital viendo series o lo que sea más algún tiempo de asueto en la calle, ¿cuánto tiempo queda para prepararse de verdad y en profundidad un examen universitario?

Lo tienen muy difícil los jóvenes de hoy, en mi época no teníamos que sufrir esta invasión de mensajes ni teníamos herramientas digitales para el escape, el relax, la comunicación con el amigo o con el vecino. La infoxicación es una de las grandes ventajas y a la vez un gran problema de nuestros días porque los mensajes y aparatos digitales ejercen un gran poder de seducción sobre un ser humano que, por naturaleza, necesita comunicarse con los demás y además posee una pulsión innata exploratoria que lo lleva a interesarse por muchos asuntos, desde los más superficiales hasta los más relevantes.

La consciencia de todo esto y la fuerza de voluntad, es decir, el esfuerzo, en suma, adquieren en este tiempo un papel protagonista esencial y miren por donde parece que el esfuerzo se ha convertido en un concepto maldito. He avisado a mi alumnado de todo esto, son ellos los que tienen la palabra ahora. El nivel de exigencia debe ser alto o muy alto para poder incardinarse debidamente en una sociedad tan compleja como la actual que devorará a los “débiles” y asimilará a los “fuertes”. No es que me guste del todo el panorama, es que es lo que hay y yo no estoy en la universidad para repetir las banalidades de la posmodernidad sino para decirle a los futuros trabajadores lo que les espera.