Los medios y los días

Harto de feminismo

Image
17 jun 2020 / 04:00 h - Actualizado: 17 jun 2020 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • La ministra de Igualdad, Irene Montero. / Jesús Hellín - Europa Press
    La ministra de Igualdad, Irene Montero. / Jesús Hellín - Europa Press

Hay un feminismo muy respetable y otro que no lo es, eso es lo que opino libremente porque es mi derecho y mi deber expresarme de esta manera. Y no voy a respetar al feminismo que me dice cómo tengo que hablar, yo respeto a los jueces y a las personas con autoridad, por ejemplo, en el uso del idioma, pero no a quien por motivos ideológicos pretende decirme cómo tengo que hablar, que pensar o que escribir, ni escribo al dictado de la derecha, ni de la izquierda, ni de católicos, protestantes, machistas, homosexuales o feministas, sólo me debo a mi conciencia, a los hechos y al estudio de la historia.

Si quiero decir violencia familiar lo digo y lo sostengo, si prefiero crimen familiar o violencia doméstica, también, si me inclino por esos términos en lugar de por violencia machista o crimen machista, lo mismo. Si me niego a hacer el ridículo y escribo en neutro en lugar de aplicar continuamente el llamado lenguaje inclusivo, lo hago; si me resulta ya del todo patético anotar palabras con una arroba o con una equis para así dar cabida a ambos sexos, tiro a la basura esa forma de redactar hasta que desde la Real Academia me digan lo contrario, yo escucho a los que saben, no a los iconoclastas que no saben nada y que hablan con el hígado, de esos también se aprende pero lo que no hay que hacer.

Es una evidencia que la mujer ha sido humillada durante toda la Historia y antes, y es una evidencia que ahora pretenden ciertos movimientos feministas con poder en las alturas llevar a cabo un pendulazo y desmembrar a la especie, no pienso luchar contra el hombre codicioso que está destrozando el mundo y encima contra la mujer que desea destruirme porque ha llegado a esa conclusión leyendo sólo un aspecto de la película humana. No me voy a dejar que me metan en el saco de “los hombres” como carentes de presunción de inocencia y potenciales asesinos.

Llevo trabajando desde 1974 y cotizando desde 1979, nunca he dejado de trabajar y he podido comprobar las mejoras muy considerables que se han ido produciendo a favor de los derechos de las mujeres, está claro que hay que insistir más en esos derechos -sin olvidar los de los hombres, los del ser humano-estoy harto de tanto victimismo por parte feminista, las mujeres asesinadas son caldo de cultivo para que aumente ese victimismo y se logren más derechos que acaban siendo privilegios, los hombres asesinos no le están haciendo ningún bien a su propio género porque, junto a su acto deleznable, les dan motivos a ciertos sectores del feminismo ignorante y fundamentalista para que todos los varones seamos considerados asesinos y aparezcan leyes que primero disparan y luego preguntan y pueden tirar por tierra una carreta personal y profesional que un hombre ha desarrollado con todo su esfuerzo.

Lo he dicho otras veces. Una alumna me denuncia porque yo -falsamente- haya abusado de ella en una tutoría y se ha terminado para siempre Ramón Reig, con todo el esfuerzo que ha hecho mi familia, mis profesores y yo mismo para lograr lo que he logrado. Aunque años después se demuestre mi inocencia todo ha terminado para mí porque el primer mensaje es el que queda y la sombra de la duda, mata. De ahí que en la universidad existan profesores que desarrollan sus tutorías con las puertas de sus despachos bien abiertas. Aun así, no me voy a arrugar ante toda esta dictadura feminista que se cree que porque no se diga crimen machista o cosas parecidas ya somos cómplices de los criminales o criminales en potencia nosotros mismos.