La Tostá

Huelva y sus fandangos

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
02 jul 2020 / 07:31 h - Actualizado: 02 jul 2020 / 07:32 h.
"La Tostá"
  • Huelva y sus fandangos

TAGS:

Huelva ha luchado para que el fandango de la tierra sea declarado Bien de Interés Cultural. Todavía hay quienes no consideran flamenco el fandango, sino folclore. El mairenismo no lo incluye entre los cantes básicos, cuando es el más básico de todos. No solo propició toda la gama de granaínas, malagueñas o estilos de levante como la cartagenera, la minera, la taranta o la murciana, sino que musicalmente tiene que ver con la soleá, que para el mairenismo sí es un cante básico. Pero al margen de que sea tan importante como generador de estilos, de decenas de ellos, está lo de sus intérpretes o creadores. Es tan importante el fandango que un genio de la tierra, Paco Toronjo, vivió toda su vida de este palo y formó una revolución impresionante. Podríamos referirnos también a cantaores onubenses anteriores, como Antonio Rengel o José Rebollo, e incluso de más atrás en el tiempo, como la moguereña Dolores Parrales Moreno, La Parrala.

Solo en Alosno hay una enorme variedad de estilos, de ahí que se le considere la verdadera cuna del fandango onubense. En casi todos los pueblos de Huelva hay un estilo o varios, autóctonos, como Valverde del Camino, Calañas, Almonaster la Real, El Cerro o Cabezas Rubias. Ninguna provincia del mundo tiene este tesoro musical y antropológico, y es necesario que no se pierda con las modas y desdenes. Ese es el motivo de que se haya luchado para que sean declarados Bien de Interés Cultural: salvarlos, defenderlos y que el mundo los siga consumiendo como hace con el jamón ibérico, la gamba blanca o el choco. Ya se ha conseguido y, bueno, no es que ahora vaya a ser más importante el fandango o los fandangos de Huelva, pero es un reconocimiento importante y debemos acordarnos, para homenajearlos, de aquellos hombres y mujeres de esta tierra que tanto han luchado para que Huelva no se quede atrás, porque no entenderíamos la historia del flamenco sin la patria chica de Rengel y Paco Isidro.

Huelva no es solo fandanguera, aunque sea el fandango su eje central. La Parrala fue una gran seguiriyera, Rengel bordaba la caña y las soleares y uno de los mejores guitarristas de la historia del flamenco fue Manolo de Huelva, nacido en Riotinto, aunque hiciera su vida en Sevilla. En los ochenta del XIX, Silverio y Juan de Dios Domínguez competían con sus cafés cantantes y fueron a trabajar los mejores artistas del momento. O sea, que la ciudad choquera es mucho más que la cuna del fandango. Pero es el palo que representa a toda esa maravillosa provincia y hay que alegrarse de que ya sea Bien de Interés Cultural.