La ‘conciencia’ de los partidos

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17 mar 2019 / 07:50 h - Actualizado: 16 mar 2019 / 10:17 h.
  • La ‘conciencia’ de los partidos

¿Se puede hablar de “conciencia” de los partidos? ¿Mayor o menor que la conciencia ética media de los ciudadanos?

La “conciencia” de los partidos resulta capital en una democracia como la nuestra. Es necesario que sean compactos, fuertes y con disciplina, sí, pero no sin sentido ético en sus tácticas de combate, utilizando tergiversaciones, manipulaciones y falsedades, que convierten al adversario en enemigo, descalificándolo absolutamente, y llegando al ridículo y a la pérdida de credibilidad ante el elector medianamente informado. Al presente sólo cabe el control electoral. Pero, cuando prácticamente todos carecen de sentido ético en sus luchas partidistas, ¿por quién se inclinará el elector? Y aquí surge la oportunidad para los populismos “salvadores”.

Si desde la L.O. 7/2012 los partidos tienen responsabilidad penal, ¿por qué no exigirles una conciencia ética institucionalizada? ¿Por qué no unas auditorías externas y un “Defensor del elector", que analicen y denuncien estas malas prácticas que contradicen la democracia, que exijan limpieza en el juego político, y que prevengan y denuncien corrupciones y chanchullos?

Si la conciencia ética de los partidos no es superior a la del ciudadano medio, la sociedad no podrá avanzar en democracia ni en humanización, porque son ellos los que principalmente deben conformar la sociedad, sin perjuicio de otras instancias de la sociedad civil en su quehacer respectivo y con su presencia crítica en los medios de comunicación.

Resulta muy significativo que sus normas de conducta y transparencia, o los códigos éticos de los partidos, omitan (salvo leves alusiones de alguno de ellos) estos aspectos de la ética en la lucha política.