Las barricadas y las palabras

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19 oct 2019 / 08:08 h - Actualizado: 19 oct 2019 / 18:17 h.
"Opinión","La vida del revés","Quim Torra"
  • Fotografía: EFE
    Fotografía: EFE

El lenguaje es una herramienta extraordinariamente peligrosa. Quieres decir una cosa y resulta que el receptor entiende cualquier otra; crees recibir un mensaje concreto y resulta que no te has enterado de nada y si te meten un gol por la escuadra del entendimiento sigues creyendo que el marcador indica un empate sin goles. Si eso te pilla jugándote la vida estás apañado.

Los políticos y los sacerdotes se lo saben muy requetebién. Los medios de comunicación son fábricas de meandros, de atajos, que se transitan con el lenguaje. Los publicistas afilan las frases hasta convertirlas en navajas certeras. Todos sabemos utilizar las palabras de forma torticera, engañosa o irónica.

Pues bien, durante estos días en los que está pasando tanto y tan malo en Cataluña, el lenguaje está siendo tan tóxico como el humo que sale de las barricadas incendiadas. Me centraré en un par de ejemplos aunque hay varios y de importancia similar.

Hace unas semanas, la Guardia Civil detuvo a unos sujetos que, entre otras cosas, andaban jugando con bombas. Unas alhajas los chicos. Dicho de forma seria, detuvieron a unos terroristas en potencia. Unos salvajes. Por lo visto, son miembros de los comités de defensa de la república (sí, la catalana que no existe). Los CDR se han significado en más de una ocasión y no por jugar al pachís precisamente. La cosa se iba poniendo fea (CDR + terrorismo= imagen espantosa) y había que usar el lenguaje para confundir, para engañar, para insultar la inteligencia de las personas. Cambiamos CDR por ‘Tsunami democrático’. Eso está limpito y evita malos rollos con la prensa extranjera que, a estas alturas, no entiende nada y comienza a sospechar de tanta sonrisa y tanta tontería. Con el ‘tsunami democrático’ se puede volver a la imagen de pueblo oprimido por un Estado horrible que le roba sin pudor, de un pueblo que siempre será un ejemplo de positividad y libertad. En fin, que el ‘tsunami democrático’ es un invento que sirve para tapar las miserias del independentismo. Desgraciadamente, los medios de comunicación han hablado muy poco de esto.

Por otra parte, el cretino de Quim Torra ha llamado a la desobediencia civil. Y la cosa se le ha ido de las manos. Llamar a la desobediencia civil sin explicar qué es eso de forma premeditada, para que pueda ser cualquier cosa, es muy peligroso. Te queman la ciudad en cuanto te descuidas; y lo hacen una banda de imberbes que se hacen selfies y más selfies. Torra, ahora, pastelea con condenas tibias de los actos violentos y, desgraciadamente, no es el único que medio justifica lo que está pasando. Dicen que la desobediencia civil es la única arma que les queda cerca para poder conseguir la libertad robada. ¿Qué quieren decir con eso? ¿Se refieren a darse un paseo de Vic a Barcelona? ¿Se refieren a llevar colgada del cuello una bandera independentista? ¿Tal vez a cantar ‘Els Segadors’ antes de tomar el aperitivo? No, que va. Se refieren a lo que estamos viendo estupefactos en la televisión. Miles de personas colapsando aeropuertos y estaciones de tren, barricadas de fuego, coches destrozados, mobiliario urbano hecho trizas, agresiones a agentes de policía y a civiles que no son independentistas, negocios clausurados... Eso es la desobediencia civil. Quieren que parezca otra cosa y que los disturbios y la violencia extrema es cosa de policías infiltrados y de italianos y franceses que son unos salvajes.

A través del lenguaje siempre nos han quitado lo esencial: la verdad. Así que estemos pendientes para que no puedan hacerlo una vez más. Ni estos ni nadie.