Los intereses que suben

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02 nov 2022 / 08:00 h - Actualizado: 02 nov 2022 / 15:26 h.
  • Sede de Banco Central Europeo. / EFE
    Sede de Banco Central Europeo. / EFE

Los tipos de interés suben, el coste de la financiación sube, el coste de las hipotecas sube. La inflación sube, la recaudación de impuestos sube. El beneficio de las compañías energéticas sube, el beneficio de los bancos sube. El poder adquisitivo de los ciudadanos baja.

Los beneficios caídos del cielo llueven para las compañías eléctricas. Más beneficios caídos del cielo que también llueven para el gobierno fruto de la mayor inflación. Y sumemos más beneficios caídos del cielo que llueven para los bancos, fruto de la remuneración de los depósitos en el Banco Central Europeo vía barra libre de liquidez. Y toda esta fiesta la pagamos los de siempre, los ciudadanos.

Algo en esta ecuación no funciona de forma correcta. Esto parece que todos lo tenemos claro, otra cosa es qué medidas se están tomando para corregirlo o al menos mitigar parcialmente el daño que está causando, y lo que está por venir. Y no menos importante, el tiempo que se está tardando en tomar las medidas oportunas (ahora corta el BCE la remuneración gratis a bancos, ya era hora, llevan meses forrándose gratis por algo que se inventó para ayudar en época de dificultades y que ese dinero llegue al ciudadano).

La inflación y los tipos de interés vienen subiendo de forma implacable desde hace muchos meses. A día de hoy bancos y gobierno andan reuniéndose para negociar y acordar medidas que ayuden a paliar este efecto en las familias, particularmente las más vulnerables.

Desde luego seguimos demostrando 15 años después de la caída de Lehman la enorme lentitud que nos caracteriza en tomar medidas para relanzar la economía. Ya pasó en la anterior crisis financiera, y vuelve a pasar ahora. Y lo peor de todo es que no hemos introducido nuevos agentes e instrumentos financieros que aporten velocidad y nuevas soluciones, sino que seguimos dependientes de los mismos, salvo que quedan 5 en lugar de 30. Es decir, aún peor. Seguimos atascados con los mismos agentes financieros, y sin soluciones en la financiación del ladrillo.

Parece que los tiros apuntan a una moratoria de los préstamos hipotecarios, probablemente mora de principal y no en los intereses, cualquiera toca la cuenta de resultados. Por cierto, ¿las medidas que se tomen se harán con efectos retroactivos, o todos los meses que llevamos contribuyendo a incrementar los beneficios de los bancos, gobierno y eléctricas a costa de nuestro poder adquisitivo los consolidamos sin rechistar? ¿No se puede compensar ese beneficio que les entregamos con medidas que lo compensen a futuro?

Me resultaría curioso conocer el límite que separa la vulnerabilidad absoluta de la vulnerabilidad nula. Cómo de más vulnerable es una familia 1€ por encima o por debajo de un determinado límite. Como si el tipo de interés fuese el único factor que determina la vulnerabilidad. Me gustaría también conocer cuál es el algoritmo que se está formulando para establecer este nivel de vulnerabilidad. Con tanto dato en esta era de la inteligencia artificial, y de registros públicos, ¿para qué vamos a usar datos para tomar medidas proporcionales o progresivas?

¿Quiénes deciden este nivel de vulnerabilidad? ¿Por qué tienen que ser únicamente los que recogen la lluvia de beneficios? ¿No deberían tener algún papel en todo esto los que les llueven las piedras? ¿No deberíamos implantar un sistema de análisis de impacto del vulnerabilidad de cada ciudadano, teniendo en cuenta los principales parámetros de cada uno? ¿O es que existe de verdad ese algoritmo que calcula un nivel fijo y justo de vulnerabilidad, por encima y debajo del cual es predecible cómo una familia dejará de ser más vulnerable, y cómo se comportará por ello el consumo, la inflación y el crecimiento económico?

¿Por qué no se convierte la negociación bilateral gobierno-bancos en una negociación multilateral haciendo partícipes a las familias afectadas, teniendo en cuenta determinados parámetros financieros y circunstancias de cada una de ellas? Claro que una vez el cliente está “fidelizado” en el banco, el trabajo ya está hecho. Mejor que fidelizados, los clientes lo que están es secuestrados, porque aparte de no poder demostrar su límite de vulnerabilidad, como les dé por no cumplir con las ataduras impuestas en la hipoteca (seguros, tarjetas, etc....), la subida del margen sobre el tipo de interés es absolutamente desproporcionada (abusiva diría). En algunos países con sistemas de gobierno que tanto criticamos, el interés abusivo está penado. Más que fidelizar al cliente, se le condena.

¿Y si se promueve la creación de un ente público que conceda hipotecas en condiciones de mercado ajustadas a la situación de las familias? Tanto que le gusta a este gobierno intervenir. En otros países financieramente desarrollados, pero de verdad, no de mentira como el nuestro en el que seguimos dependiendo de los mismos, las hipotecarias privadas hacen contrapeso para asegurar este equilibro.

Son muchos los intereses que suben.