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Foto de Eduardo Nieto
A diario, Málaga ocupa un lugar destacado en las noticias de la prensa nacional y foránea. Resulta extraña la jornada en que los medios no se hacen eco de que la ciudad recibe una mención especial por su crecimiento, su valoración turística, su calidad de vida, sus museos, su clima, o su significativa atracción para los nómadas digitales.
Su capacidad para regenerarse y reinventarse demostrada en las dos últimas décadas tiene mucho que ver con el trabajo de su Alcalde, Francisco de la Torre, y su corporación municipal, pero, también con el ánimo que se ha sabido trasladar a empresas, instituciones y población civil.
Todas las sinergias convergen en un fin común: convertir a Málaga en un referente internacional como destino turístico, tecnológico, empresarial, cultural y residencial, a la vez que una ciudad mejor para los malagueños. La realidad es que las cifras, los datos y las noticias confirman el éxito del propósito.
Sin duda, el proceso no está exento de desencuentros, peajes y errores. Sin embargo, los logros obtenidos y el refrendo popular avalan la bondad de esta Málaga del siglo XXI que se ha configurado como modelo de ciudad para el resto de España además de despertar la admiración de todo tipo de entidades supranacionales.
Ejemplos de esta actividad y del empeño que sostiene esta pujanza son los hitos que se están viendo estos días en la capital de la Costa del Sol.
Durante la última semana se han realizado las pruebas sin pasajeros que deben confirmar el correcto funcionamiento de la nueva línea del metro malagueño. Tras los informes técnicos que habrán de emitirse, la capital estará un paso más cerca de conectar distintas zonas con el centro histórico y comercial en la nueva estación de Atarazanas que se ubica en el corazón de al Alameda Principal.
Este avance espectacular en la comunicación urbana refrenda el crecimiento cualitativo de Málaga como ciudad moderna y competitiva que no se conforma con el turismo como único motor económico de la ciudad.
En este sentido, ayer cumplía 30 años el PTA, ahora denominado Málaga TechPark, que no solo genera unos 57.000 empleos entre directos e inducidos en la capital y sus cercanías, también el 22% del PIB de la ciudad. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno y los representantes más destacados de la política y el mundo empresarial asistían ayer al Palacio de Ferias malacitano para conmemorar la efeméride. Sin duda, el Parque abandera la innovación y el emprendimiento andaluz basando su funcionamiento en la cooperación empresarial, institucional y, especialmente, la que se desarrolla con la Universidad de Málaga (UMA).
Pero a estas noticias debemos sumar otras tantas que confirman el protagonismo indiscutible de la capital malagueña, desde el éxito inmobiliario de la oferta de vivienda residencial que se confirma con la venta total de las Torres de Martiricos, hasta el incremento de plazas aéreas con destino Málaga que se ha anunciado para esta primavera: más de 3.135.000 asientos en vuelos procedentes de 122 ciudades. Casi un 5% más que en el pasado ejercicio. Estas cifras vienen a consolidar el aumento del 6,7% de viajeros sobre los datos prepandemia que ha experimentado el aeropuerto malacitano.
Habrá que estar atentos a las medidas de crecimiento prudente y sostenibilidad que se implementen desde la Casona del Parque, pero sin duda, a día de hoy Málaga se ha situado a la cabeza de Andalucía como motor de ideas, de crecimiento económico y de gestión cultural.