Los medios y los días

¿Nos machacaría Abascal?

Image
04 jun 2020 / 04:00 h - Actualizado: 04 jun 2020 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • El presidente de VOX, Santiago Abascal, en el Congreso. / E.P.
    El presidente de VOX, Santiago Abascal, en el Congreso. / E.P.

Como Abascal se declara admirador de Donald Trump me pregunto si nos machacaría de esa manera a través de una policía militar y el ejército, caso de que estuviera en la Moncloa y protestáramos contra el asesinato de que sido víctima el joven de raza negra George Floyd. Y digo asesinato sin que lo haya confirmado un juez y un jurado porque lo hemos visto en todo el mundo, ¿o es que el policía que le pisaba la garganta no sabía que lo estaba matando? Claro que no, eso es lo que dirá cuando lo juzguen, que le ha fallado el corazón del susto al pinche negro.

La de trolas que me vengo tragando desde mi infancia procedentes de Estados Unidos. Walt Disney lo mismo nos hacía felices que nos lavaba el cerebro a través del Pato Donald, reencarnado ahora en el mismo presidente. Hay audiovisuales en los que el pato de los cojones incita al consumo, al lucro, a la guerra y al rearme, eso sólo el pato, faltaría espacio para añadir no sólo la transmisión ideológica dañina de Disney sino de todo Hollywood.

Los canales de pago de TV están llenos de películas gringas reiterativas con argumentos simplones para públicos simplones, películas que con frecuencia comienzan con vistas aéreas urbanas de cemento y asfalto como diciendo mira que poderosos somos, qué cosas construimos –sí, matando al planeta- para luego pasar a mostrarnos cómo un policía de a pie tiene una casa con jardín en un entorno idílico de zonas verdes, oh, qué bien viven los yanquis, fíjate qué nivel en un simple policía que es feliz con su señora y sus hijos. Cuando yo era chico no escuchaba eso de “cariño, cariño” a padres y madres y ahora desde que lo dicen los gringos en los doblajes de películas y series la cursilada está a la orden del día entre la gente común. Es divertido ver esta influencia del mensaje de un país que ha descubierto la cuadratura del círculo pero al mismo tiempo es lamentable.

Puede que Abascal llevara a cabo el mismo análisis que los medios más superficiales y de derechas de España están desarrollando: los niños bien y burgueses extremistas de izquierdas que quieren acabar con el sistema son los culpables de todo, es decir, de nuevo el comunismo que si no existiera habría que inventarlo como de hecho parece como si se inventara en la transición política española donde algunos atentados terroristas del Grapo y del Frap aparecían –qué casualidad- cuando había avances en el proceso democratizador del país.

Los mismos medios –altavoces de Trump, no del periodismo- afirman que estas protestas son comparables a los Panteras Negras de los años 60, todo para demostrar lo violentos que son sus protagonistas. Bueno, supongamos que sea así. ¿No ha tenido tiempo aquel país tan democrático desde los años 60 del siglo XX de adiestrar a una policía menos matona con los negros que evite estos brotes de violencia extrema que al final sufren muchas personas inocentes?

Si el caso se hubiera dado en Venezuela no quiero ni pensar lo que estarían publicando los quintacolumnistas en todo el mundo, por supuesto, la culpa a los comunistas también, los comunistas y los alborotadores en general deben levantarse por la mañana –si es que se acuestan porque como decía Franco la subversión nunca descansa- y decir: “vamos a seguir destruyendo el país”. Claro que habrá mucho pijo ahí, mucho, pero eso no es excusa para refugiarse en tal argumento e ignorar una asquerosa realidad racista que es una de las enfermedades que se ocultan en lo posible tanto en EEUU y sus países “amigos” como en sus partidos y sus medios de comunicación lacayos.

Conforme pasen los días todo se irá apagando, pero el problema de fondo seguirá ahí y los voceros de Trump –como Abascal- continuarán con sus análisis de la Señorita Pepis, intentando seguir viviendo literalmente de una ideología –atractiva para muchos por su simplicidad- que es un cuento para proteger intereses altos pero que ya no les conviene ni a los que lo inventaron porque les tira por tierra su famosa globalización.