Desde la espadaña

Oda al bache sevillano

Sevilla y sus responsables municipales han decidido promover la Denominación de Origen (DO) al bache sevillano para luego solicitar que sean Patrimonio de la Humanidad.

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07 may 2021 / 08:03 h - Actualizado: 07 may 2021 / 08:04 h.
"Desde la espadaña"
  • Oda al bache sevillano

Nunca en la historia hubo un bache tan digno y tan mundialmente conocido como el bache sevillano. Es el bache sevillano un ser supremo, un caso de sabia providencia que reparte a la perfección el cabreo de los vecinos ya sea del Norte, del Sur, del Este o del Oeste. Sevilla, esta ciudad de alma justa, cayó hace años rendida a estos agujeros del viario que el Ayuntamiento, ebrio de ardor y dejadez municipal, ha provocado que todos nos convirtamos en víctimas cuando circulamos y caemos en las garras de un bache sevillano o paseamos y lo vemos a nuestro lado y nos apiadamos del sevillano que circulando con su vehículo tiene la desgracia de pisarlo. Un bache sevillano es de tal belleza canalla y promiscuidad que todos aquellos que lo hallan se sientan a su lado y, templando la lira, agitan sus cuerdas no para inspirarse sino para pedir el favor de que los daños del que lo pisa sean mínimos y aunque el bache calla el trueno que lleva dentro emana, por el contrario, las tinieblas de los conductores que por su alrededor pasan alegremente y se topan con estas piezas museísticas que son los baches sevillanos.

Sevilla presenta, hoy en día, un viario destrozado colmatado de agujeros, desniveles y desperfectos que acentúan el peligro para todos los que circulan por las calles sevillanas. La inoperancia, la dejadez y el pasotismo hacía nuestras calles no son más que el fermento de una gran masa de vecinos que terminan cabreados y dañados en muchos casos. Y por mucho que me quiera convencer el Consistorio, el viario sevillano es una cochambre en su mantenimiento porque ser sevillano usuario de las calles es hacer profesión de fe en el heroísmo y el sacrificio de lo que aquí ocurre. El pasado día mientras me dirigía en moto hasta diferentes puntos de la ciudad, Sevilla me mostró su grandeza porque quién no ha visto ni sufrido baches en Sevilla, no sabe lo que es circular por una simple parcela de tierra. Realmente debemos acostumbrarnos que Sevilla no es grande por sus grandes hombres o nombres sino por esta magnífica campiña viaria llena de baches con Denominación de Origen.

Más le valdría a este alcalde sevillano, cuando tenga a bien un día que no esté viajando, ponerse manos a la obra actuando de forma responsable pues de lo contrario hasta los usuarios de los autobuses tendrán que anudarse más profusamente sus cofias para que las piezas dentales no sufran un excesivo daño. Porque cuando alguien intuye que se enfrenta a un bache sevillano pide a su Dolorosa que no lo acongoje con su tamaño y su actitud desafiante mientras con voz encendida se acuerda de ese hermoso y cabrón socavón que acaba de sufrir. Preocúpese si se topa con un bache sevillano porque su carácter único y firme le provocará un gran dolor en su silencio durante la conducción porque algo roto habrá que reparar. Pero así viven estos responsables municipales intentando maquillar el desastroso viario que sufrimos enalteciendo y aumentando, desgraciadamente, la belleza criminal del bache sevillano.