Este tipo de productos también se comercializa, especialmente en Europa, entre los inversores minoristas.
Los productos estructurados están basados en los bonos garantizados comercializados por las empresas de seguros a partir de los años 70. De un tiempo para acá, los creadores de productos estructurados han diseñados combinaciones de subyacentes cada vez más innovadoras, hecho que les ha permitido ofrecer al inversor una mayor gama de términos y garantías.
Estos productos brindan al inversor una serie de ventajas y, normalmente, se utilizan para obtener rentabilidad de la inversión a través del mercado de acciones con protección del capital o, para acceder a la inversión en activos no resultarían accesibles para la inversión directa ( por ejemplo, materias primas y divisas).
También, evidentemente tienen algunas desventajas. La principal, que deben mantenerse en cartera hasta el vencimiento para obtener el beneficio esperado.
Existe una gran variedad de productos estructurados comercializados con diversas denominaciones. Ello no obstante, todos ellos están comprendidos dentro de tres categorías, a saber, los denominados Fondos Índice, los Fondos Indice Acelerados, los Fondos Índices Inversos y los Fondos Índice con Capital Protegido.
Los primeros, es decir, los Fondos Índice, imitan el desempeño de un activo subyacente o índice. Son instrumentos de largo plazo o incluso de duración ilimitada. Al imitar el desempeño del activo subyacente, el inversor no recibe dividendos, sino que el beneficio se va acumulando con el valor del capital durante el periodo de vigencia del fondo.
Cuando el activo subyacente sobre el que está construido el Fondo es un índice o un activo financiero extranjero el inversor puede verse expuesto a desfases de tipo de cambio; por ello, algunos Fondos Índice prevén dicha circunstancia y garantizan su cobertura total frente al riesgo cambiario.
Su agente financiero de confianza: http://abcbolsa.com