Pymes culturales

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22 mar 2017 / 22:05 h - Actualizado: 22 mar 2017 / 22:05 h.
"Televisión","Empresas"

En nuestro país existen grandes empresas culturales. Desde el Grupo Planeta con su liderazgo en el sector de la edición o las comunicaciones desde Cataluña. Las comparas operadores de televisión; Antena 3, Tele 5 y sus productoras asociadas. Las empresas de espectáculos escénicos como Stage o las multinacionales de la información como Prisa o Vocento.

Todas tienen presencia activa en Andalucía donde el sector de la empresas culturales autóctonas esta conformado por una miríada de micro y pequeñas empresas con algunas medianas concentradas en sectores muy especifico: la proyección de cine; UCC, Artesiete-Olea, Omnibus. Al-Andalus-Cinepolis. Algunas grandes compañías de flamenco y editoriales como Sirio o Renacimiento y poco más.

Esta falta de fortaleza de la empresa cultural privada en Andalucía genera una serie de consecuencias importantes en términos económicos. La primera, y creo que mas importante, es la pérdida de talento, pues los buenos creadores andaluces en cualquier área tienen que emigrar a Madrid o Barcelona para desarrollar sus actividades profesionales. Solo algunos, y en tiempos determinados, logran mantener su residencia en Andalucía y casi siempre trabajando para empresa residentes en la ciudades antes mencionadas.

Hace ya algunos años se puso desde la administración cultural, en el año 2007, en marcha un denominado Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (http://admin.scanea2.com/Almacen/7UApCZfBMV9mmObdQlb.pdf) que tenía un detallado desarrollo, medidas concretas de actuación calendarizadas y los más importante una serie de recursos económicos comprometidos para el mismo con el objetivo de convertir a la cultura en una fuente de actividad empresarial y empleo. Cubriendo carencias históricas y activado la participación privada en la actuación cultural.

Ahora que se cumplen diez años de la aprobación de tan importante documento de planificación política, alguien podía hacer una valoración de si algunos de sus objetivos fueron cumplidos y si la empresa cultural andaluza mejoró y, en general, si la gestión cultural fue mas eficiente.

Creo que la respuesta es obvia y las causas de los incumplimientos no han sido solo la crisis o las despoliticas culturales del gobierno de la nación. También debemos mirarnos a nosotros mismos y aplicarnos la frase Mao Zendog: «Hay que luchar y seguir luchando aunque solo sea previsible la derrota».