Opinión

Manuel Bohórquez

¿Qué es saber de cante flamenco?

Los gitanos le llaman chanelar o estinguir. O sea, saber de cante flamenco, andaluz o jondo. ¿Qué es saber de cante o de flamenco? Como saber de cine, teatro, poesía o tauromaquia. Alguien sabe de flamenco porque le gusta y la curiosidad y el interés le hacen estudiar y prepararse. No lo den más vueltas. Se supone que un crítico tiene que conocerlo todo, más, si cabe, que el propio artista. ¿Pero saben los artistas de cante, baile o guitarra? En general, sí saben. Faltaría más. El flamenco es un arte muy extenso y a la vez complejo. No es fácil llegar a distinguir los distintos palos de la baraja flamenca. Y más aún conocer los más de sesenta estilos de un solo palo, como la soleá. Soleá de El Mellizo, de la Sarneta, de Joaquín el de la paula o Frijones de Jerez. Por poner varios ejemplos. Esto no es fácil pero se puede conseguir a base de estudio y mucha afición. Es solo una parte de lo que significa saber de cante. Es importante saber sobre los cantaores de todos los tiempos, desde El Planeta a Israel Fernández. Un día me preguntó un conocido y prestigioso crítico, en el Festival de las Minas, que quién era Ramón el Ollero. Le dije que un trianero que hacía ollas, pero que fue además un gran maestro del cante trianero, el padre de las famosas soleares del Zurraque o de la Cava Vieja de Triana. O sea, la zona de los alfareros.

Si no sabía quién era el Ollero o Ramón de Triana, menos sabría quiénes fueron Enrique Vigil, Garfias, La Cuende o La Bilbá. ¿Debe un crítico o un aficionado saber cuándo un cantaor o una cantaora desafinan? Por supuesto. Si un cantaor desafina, no canta a compás y cruza los estilos, no es cantaor. Sencillamente, es un estafador o alguien que intenta dar el pego. No es fácil saber de cante como sabían Valderrama y Mairena, o ahora el maestro Fosforito. Quizá no sean los ejemplos más acertados, por lo grandes que son. Conozco a jóvenes cantaores de hoy que tienen un gran conocimiento del cante, y es algo imprescindible para cantar bien. Valderrama y Mairena fueron dos genios del cante porque lo sabían todo. Eran maestros de maestros porque se formaron a conciencia para ser referencia de otros intérpretes, y lo lograron. Valderrama podía hacer una tanda de una docena de tarantas sin despeinarse y eso no se logra sin ser inteligente y amar mucho el cante minero, como era su caso. Mairena tenía en su cabeza la historia del cante y la vida de los intérpretes y cuando daba un recital en una buena peña era como asistir a la lección magistral de un catedrático en la Universidad. Eso era saber de cante, como supieron Silverio, Salvaorillo, Chacón, la Niña de los peines o Marchena.