Los medios y los días

Recuerde señor Bonilla: “Andalucía en Marcha”

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20 jun 2022 / 04:00 h - Actualizado: 20 jun 2022 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Eduardo Briones. / E.P
    Eduardo Briones. / E.P

No es habitual lo que ocurrió antes de las elecciones. Un presidente y un partido –el PP- que no han podido cumplir ni cuatro años de mandato tras casi cuarenta años de socialismo made in PSOE. Lo habitual es que en una segunda legislatura –y más si se trata de un partido que llega a San Telmo tras decenios de dominio socialdemócrata- los proyectos se observen más consolidados y bastantes de ellos hechos realidad. Eso sin presupuesto no se puede llevar a cabo debidamente y la unión parlamentaria Vox-PSOE provocó el vámonos a las urnas.

Ahora, Moreno Bonilla tiene la oportunidad de demostrarle a los andaluces que su apuesta liberal va en serio. En estos tiempos el mundo ya no es de izquierdas sino que la ideología de mercado es la que por el momento ha salido adelante. Es cierto que también se encuentra en la encrucijada que ella misma ha creado mediante el avance de los medios de producción con sus tecnologías. Aun así, sigue siendo la que hace y deshace mientras los de enfrente predican, vociferan y sustituyen la ideología laica revolucionaria por la ideología de la mística convertida en posturas supuestamente progresistas.

Es ahora cuando los andaluces podremos ver el verdadero rostro de la derecha y eso es necesario para saber –gracias a los hechos- si hay que seguir apoyando o no a una forma de actuar. Para mí, la clave del programa del señor Moreno Bonilla, en la legislatura anterior y en la que va a venir ahora, es lo que llamó “Andalucía en Marcha”, un macroproyecto centrado en la colaboración público-privada, algo de lo que también se sirvió el PSOE en su momento a raíz de la crisis de 2007-2008. Esa crisis y la del Covid se han juntado, no había pasado una cuando llegó la otra y entonces los estados se ven obligados a endeudarse tremendamente. Si hay tanto patriota y tanto inversor que cree en lo privado como servidor de la sociedad, es ahora cuando tiene que arrimar el hombro y el sector público facilitárselo.

Debemos empezar a enterrar de una vez a la Andalucía que va en último lugar en casi todos los indicadores socioeconómicos para aspirar a llegar a la Andalucía que fue la zona más desarrollada de España a mediados del siglo XIX para después convertirse en casi la más atrasada en 1931. Ese atraso se lo debemos a los ancestros de la derecha que ahora ha ganado por mayoría absoluta, esos ancestros que se llamaron Cánovas y Sagasta que contribuyeron en gran medida a consolidar el señoritismo con raíces profundas en la Edad Media y Moderna. El PSOE no se atrevió a tirar de la manta y sí a crear clientelismo, vamos a ver si la derecha comienza a traernos otros aires.

“¿Cómo pasa Andalucía de ser la región más rica de España a mitad del siglo XIX a la más pobre en 1931?”, le preguntó recientemente Javier Caraballo a profesor Carlos Arenas en El Confidencial. Respuesta: “Hay razones exógenas y endógenas, aunque están perfectamente relacionadas. Hasta el sexenio democrático (1868-1874), Andalucía se sustentaba en una economía abierta al librecambio, como ocurría con Portugal, porque disponía de los puertos de Málaga, Cádiz, Sevilla, Almería, con entrada y salida de productos elaborados y semielaborados, también de materias primas, que le servían a la industria andaluza para prosperar. Eso se termina con la restauración borbónica y los aranceles del año 1892 y siguientes. A partir de entonces, Andalucía pierde ese carácter y se prima al País Vasco y Cataluña. A esa determinación, debemos sumarle como razones endógenas el carácter del capitalismo extractivo de Andalucía”. ¿Qué es un capitalismo extractivo? Tal y como se ha desarrollado en Andalucía, el hecho de que extraños a Andalucía se han llevado nuestros recursos naturales que para que los aprovechen en otros lugares y les saquen sus valores potenciales. Eso significa que a Andalucía le queda mucho camino por andar para disfrutar de un tejido empresarial propio y además potente y poderoso que se dé a respetar en España y el mundo.

¿Qué es la Andalucía en Marcha de Moreno Bonilla? La que podría estimular lo anterior y aumentar la internacionalización del sur de España. Daniel Cela ya nos lo explicaba en 2020 en Eldiario.es: “El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha planificado el modelo económico andaluz de los próximos años naturalizando la convivencia de la inversión pública y la privada”. Andalucía en Marcha “es un compendio de grandes proyectos pendientes que pueden movilizar 3.450 millones de euros hasta 2023 (un tercio de ellos dependerían de la iniciativa privada), con “un impacto previsto de 11.500 millones en la economía andaluza en tres años”.

Las críticas le llegan por los típicos retrasos que sufren y los abusos de las empresas privadas con el dinero de todos cuando pueden encarecer los contratos, pero la Junta en aquel 2020 ya sostenía que “no se cometerán los mismos errores” que en la etapa socialista, porque “hoy en día hay más controles en la adjudicación” y porque “los pliegos de condiciones son más rigurosos en los detalles para que la Administración no sufra las consecuencias de imprevistos”. Eso está por ver en los casos más destacados en los que se supone que se va a aplicar el modelo: el tercer hospital de Málaga (400 millones); el nuevo hospital de Jaén; otro hospital en Roquetas de Mar; las ciudades de la Justicia de Sevilla y Jaén y una sede administrativa de la Junta en el barrio sevillano de San Bernardo. Únase a lo anterior el eterno metro de Sevilla. Y no olvidemos que para que todo salga bien, desde Madrid deben modificar la Ley de Contratos del Sector Público, los artículos que hablan de la desindexación de la economía española, y que según la Junta frenan los contratos de concesión, porque la rentabilidad que ofrecen a los inversores -aún con tipos de interés bajos- no es lo suficientemente atrayente. ¿Lo hará Pedro Sánchez o habrá castigo a Andalucía por votar lo que ha votado?

Ahí está el quid principal de la cuestión para esta nueva etapa andaluza. Por lo demás, adiós señora Olona, la próxima vez no tome por idiotas y folcloristas a los andaluces; buen viaje de regreso a Madrid. La izquierda del PSOE ha sido una suerte que se hunda porque habría que echarse a temblar con un personal así, desvencijado y unido a la fuerza por la atracción de las poltronas, gobernando de alguna manera en Andalucía. El PSOE ha pagado lo desconocido que es Espadas unido a los hechos de Sánchez. Y Cs no creo que haya merecido ese resultado tan cruel.