Pasa la vida

Riada de fotovoltaicas en campos de sequía

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
26 oct 2022 / 23:55 h - Actualizado: 26 oct 2022 / 23:55 h.
"Pasa la vida"
  • Riada de fotovoltaicas en campos de sequía

O nos quedamos cortos por defecto o nos pasamos de rosca por exceso. Uno de los temas de debate social que está emergiendo en muchos municipios del medio rural español es la coincidencia de proyectos de construcción de grandes plantas de energía solar fotovoltaica. En principio, en cada pueblo, hay predisposición favorable a la instalación de uno de esos parques de placas solares. Va de suyo que estamos en la era de la transición energética. Y los propietarios de fincas tradicionalmente dedicadas a cultivos de secano tienen todo el derecho a alquilar o vender los terrenos y cambiar su uso, llegando a un acuerdo con las grandes compañías de producción y/o distribución de energía. Pero, si en lugar de ser una operación de ese tipo, son hasta diez proyectos de plantas fotovoltaicas que suman 890 hectáreas con 718.000 placas solares, como sucede en el término municipal de Salteras, en la comarca del Aljarafe sevillano, sería pertinente establecer un límite para que ese modelo extensivo de instalaciones energéticas no cope el territorio con tal grado de densidad. Cuando se los señala todos juntos sobre el papel, marcando lo que se plantea hacer por separado en numerosas fincas, queda claro que comportan una radical transformación del medio natural.

Como ejemplo de esta nueva controversia, en la que confluyen intereses muy contrapuestos, pueden ver en Youtube la grabación íntegra del debate titulado 'Salteras: ¿tecnología fotovoltaica? Sí, pero ¿cómo?', celebrado el pasado día 24 de octubre. Organizado por el Consejo Popular para la Emergencia Climática de Salteras, y que fue muy plural. Intervinieron un representante de la Unión Española Fotovoltaica, la asociación empresarial que aglutina a las compañías energéticas de esa gama; una representante de Ecologistas en Acción; y coordinadores de la asociación Torreblanca Ilumina, comunidad energética que con mucho mérito se ha vertebrado para estructurar la autoproducción de energía en un barrio desfavorecido como Torreblanca. En la sala había agricultores, representantes de entidades sociales, cazadores, miembros de grupos políticos, colectivos medioambientales, asociaciones de vecinos, etc. Rara vez acontece tal coincidencia, muy saludable porque lo usual son los compartimentos estancos y coincidir solo con quienes ven la vida desde el mismo enfoque.

En el Parlamento de Andalucía está encima de la mesa la iniciativa legislativa planteada por 72 municipios para urgir a una regulación que permita equilibrar la implantación de centrales de energía renovable en el contexto del paisaje y de la naturaleza en cada área geográfica. No piensen que esto es un problema sobre todo de impacto visual, de implantación fotovoltaica en hermosas perspectivas 'de toda la vida'. Es crucial compaginar estas instalaciones con la conservación de la flora y fauna del hábitat. También es primordial evitar que se convierta en un 'monocultivo' limitante de otras actividades y de otros empleos. Porque estas plantas generan mucho empleo temporal cuando se construyen, pero son necesarios muchísimos menos cuando ya están en funcionamiento y su gestión es monitorizada en remoto. Hay ejemplos de buenas prácticas de cultivos ecológicos en los suelos sobre los que se montan las estructuras portantes de los paneles solares. Incluidos viñedos y árboles frutales. También hay lugares donde se han instalado numerosas colmenas de abejas. Y acuerdos con ganaderías para que sus rebaños se coman los pastos.

Esta gama de actividades debe establecerse en la regulación como condiciones indispensables para autorizar la construcción de centrales de energías renovables. Porque el cambio de mentalidad hacia el desarrollo sostenible ha de llevar, tanto en los territorios urbanos como en los rústicos, a nuevos modelos de compartir espacios y recursos para que coexistan equilibradamente de modo complementario.