Según un nuevo informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los mercados alimentarios se enfrentarán a muchos más meses de incertidumbre debido al COVID-19, pero es probable que “el sector agroalimentario muestre más resiliencia ante la crisis de la pandemia que otros sectores”.

El informe “Perspectivas alimentarias” ofrece un completo estudio con previsiones iniciales sobre las tendencias de la producción y el mercado en 2020-21 para los productos alimentarios más comercializados del mundo, es decir, los cereales, cultivos oleaginosos, carne, productos lácteos, pescado y azúcar.

"Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 se han dejado sentir -en diversos niveles- en todos los sectores alimentarios evaluados por la FAO. Si bien la COVID-19 ha supuesto una grave amenaza para la seguridad alimentaria, en general, nuestro análisis muestra que, desde la perspectiva global, los mercados de productos agrícolas están demostrando ser más resilientes a la pandemia que muchos otros sectores. Dicho esto, debido a la magnitud del desafío y a la enorme incertidumbre que plantea, la comunidad internacional debe permanecer vigilante y preparada para reaccionar, si hace falta y cuando sea necesario", asegura Boubaker Ben-Belhassen, director de la División de Comercio y Mercados de la FAO.

Asimismo, el informe cuenta con una sección especial en el que se compara la actual crisis sanitaria por COVID-19 con la crisis alimentaria de 2007-2009, identificando diferencias y similitudes entre los países y productos alimentarios, y donde se examinan los efectos actuales y probables de la pandemia, centrándose en los mercados internacionales de alimentos.

“En este análisis se llega a la conclusión de que, en comparación con la crisis global de los precios de los alimentos de 2007-2008, el mundo se encuentra ahora en situación mejor, ya que las perspectivas de la producción mundial de alimentos son positivas, las existencias elevadas, los precios internacionales son bajos y el comercio cuenta con una base más amplia, con más países importadores y exportadores. Además, los responsables de la formulación de políticas tienen ahora más experiencia para hacer frente a las crisis mundiales, así como más información y preparación”, desarrollan desde FAO.

Sin embargo, a pesar de que en el mundo hay alimentos suficientes para todos, el fuerte receso del crecimiento económico debido a la pandemia, sí se ha visto reflejado en un problema de acceso a los alimentos, sobre todo para toda aquella población que ya se veía afectada por el hambre y otras crisis previas a la del COVID-19.

TENDENCIAS ALIMENTARIAS EN 2020/21

Cereales

Los pronósticos iniciales de la FAO para la temporada 2020/21 apuntan a una situación holgada de oferta y demanda de cereales. “Las primeras perspectivas sugieren que la producción mundial de cereales en 2020 superará el récord del año anterior en un 2,6 por ciento”, explican.

Carne

La producción total de carne en el mundo disminuirá en un 1,7 % en 2020 debido a las enfermedades de los animales, las perturbaciones del mercado relacionadas con la pandemia por COVID-19 y los efectos persistentes de las sequías, según las previsiones del informe.

“Los precios internacionales de la carne han bajado un 8,6 por ciento desde enero de 2020, con la caída más pronunciada en la carne de ovino, seguida de la de aves de corral, cerdo y bovino, debido a los efectos de las medidas relacionadas con COVID-19, incluidas las consiguientes dificultades logísticas, el fuerte descenso de la demanda mundial de importaciones y los grandes volúmenes de productos cárnicos sin vender”, añaden desde la Organización.

Pescado

La pandemia por COVID-19 seguirá azotando a los mercados de alimentos marinos, en particular a los productos frescos y las especies populares en restaurantes durante este año. Esto es debido a que las flotas pesqueras están paradas y los productores acuícolas han reducido drásticamente los objetivos de repoblación de peces.

“Se prevé que la pandemia afecte fuertemente, en particular, a la producción mundial de camarones y salmones. Las ventas al por menor, en particular, de salmón y trucha frescos se han reducido fuertemente, y esta situación no se recuperará durante algún tiempo”, desarrollan.

Azúcar

“La producción mundial de azúcar en 2019-2020 disminuirá por segundo año consecutivo y se situará por debajo del nivel estimado de consumo mundial, por primera vez en tres años. Las previsiones indican además un aumento del comercio de azúcar, sostenido por los bajos precios y la reconstitución de las existencias en algunos países importadores tradicionales”, aclara el informe.

Leche

“A pesar de las perturbaciones en el mercado causadas por la pandemia de COVID-19, la producción mundial de leche se muestra resiliente, creciendo potencialmente un 0,8 por ciento en 2020. Sin embargo, se prevé que las exportaciones mundiales de productos lácteos se contraigan en un 4 por ciento, en medio de una demanda de importación fluctuante”, declaran desde la FAO.

Cultivos oleaginosos

Las últimas previsiones de la FAO para las semillas oleaginosas y sus productos derivados en 2019/20 apuntan a una situación de menor oferta y demanda a nivel mundial, provocada por una marcada contracción de la producción, mientras que las previsiones para 2020/21 indican una cierta escasez de suministros con relación a la demanda.