‘Secret Story’: Adara a la calle, Julen traiciona a Sandra y los datos de audiencia

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26 nov 2021 / 09:25 h - Actualizado: 26 nov 2021 / 09:39 h.
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  • ‘Secret Story’: Adara a la calle, Julen traiciona a Sandra y los datos de audiencia

Ayer expulsaron del programa «Secret Story: La Casa de los Secretos» a la tal Adara Molinero. Salió como entró, resoplando cada vez que tiene que decir algo con cierta cordura, riendo por cualquier cosa como si fuera un muñeco de cuerda y dejando enemigos por el camino. Y dejando a un tal Frigenti con cara de haba porque sabe que el próximo es él.

El presentador del programa, Jorge Javier Vázquez, que también ríe y ríe sin parar y nadie sabe la razón, y que cree que sus programas deben ser una especie de comedia en la que él es el hacedor, decía a la recién expulsada que solo podía agradecer su paso por el programa porque había sido una concursante maravillosa. Es decir, Jorge Javier Vázquez cree que una concursante zafia, estúpida y dedicada a escandalizar a propios y extraños, es una especie de tesoro inigualable. Y este es el resumen de lo que es ese programa. Gustará más o menos y a más o menos gente, pero la telebasura , encuentra en ‘Secret Story’ su punto más elevado en grosería, cazurrez e incultura. Eso sí, no solo no lo ocultan sino que presumen de ello.

Quiero hacer una reflexión acerca de la aritmética que nos presentan como grandes logros las cadenas de televisión porque me parece más que interesante. Ayer, la audiencia de este programa debió ser alta. Seré generoso y diré que fue un 20 por ciento. Es decir, veinte de cada cien personas que estaban viendo ayer la televisión a esa hora estaban mirando cómo Adara Molinero hacía el ridículo, cómo un tal Julen traicionaba a su novia dejando que engrosara la lista de nominados aunque sin maldad (este es otro que tal baila en cuanto a inteligencia se refiere) o cómo se besaban una tal Cristina y un italiano que jugó al fútbol y es hermano de un ex novio de Adara (todo queda en casa, como en las pandillas de los que tienen 16 años). Veinte personas de cada cien. Es decir, ochenta de cada cien miran otro programa. Sigo siendo generoso y digo que veían la televisión 7,5 millones de personas. Somos 47,35 millones de españoles. Es decir, de 47,35 millones de personas, podrían estar viendo el programa 1,5 millones (siendo generosos, insisto). Es decir, algo más del 3,5 por ciento de los españoles. ¿De qué estamos hablando cuándo decimos que han arrasado? En realidad, y afortunadamente, estas cosas le interesan a muchos menos de los que se podría pensar. Si a esto añadimos que hay programas que ven ancianos que se pasan la tarde pegados a la televisión y que siempre son los mismos, el gran bombazo se reduce mucho. Esta es la gran mentira con la que se están haciendo millonarios un grupo de personas que no saben hacer la o con un canuto y gracias a que en las cadenas de televisión sí trabajan excelentes profesionales (que ganan mucho menos) capaces de hacer magia con estos sujetos.

La noticia es que ayer los españoles vieron películas, capítulos de series, programas de entretenimiento o documentales, en un número muy superior a los que vieron un programa en el que se premia hacer mucha gracia porque si fueras un poco más tonto hubieras nacido botijo, se premia la bronca y se premia todo menos la inteligencia. Por fortuna, por mucho ruido que hagan en las redes, los fans de estos personajes tan planos son minoría.