En plena ola de calor, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, ha recomendado a los alumnos que para evitar las altas temperaturas en las aulas hagan abanicos de papel, con los cuales, además de evitar los daños que origina el aire acondicionado, se les ayuda, al ser una terapia de lo más reconfortante. En Sevilla, los alumnos y alumnas del colegio Joaquín Turina acudían a sus clases en bañador, como medida de protesta para pedir climatización en las aulas en las que estudian, las cuales a partir de mayo soportan temperaturas de hasta treinta y cinco grados. «Hace falta valor, ven a la Escuela de Calor», cantaba Radio Futura sin saber que estaban facilitándole las herramientas necesarias a un grupo de padres de medio centenar de colegios sevillanos unidos con el fin de concienciar a la ciudadanía de que los colegios son los únicos edificios públicos que no están climatizados. Con música de los hermanos Auserón han puesto en el escaparate las carencias y los fracasos de la Educación en Andalucía, desde donde afirman que el aire acondicionado no es la solución, pero sí lo es en todos los organismos oficiales. En este colegio, Turina no encontraría sombra alguna para sentarse a componer, ya que los árboles brillan por su ausencia, las aulas están expuestas al sol desde que éste sale y no hay ninguna zona verde, solo cemento. Suspenso en la asignatura de gestión política de la infraestructura educativa, porque además de educación se necesita climatización, fuentes, placas solares y zonas verdes, y no políticos insensibles con abanicos de papel.