Los medios y los días

Ya puestos, ¡implanten el inglés!

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24 sep 2021 / 04:00 h - Actualizado: 24 sep 2021 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  •  Juan Manuel Serrano Arce
    Juan Manuel Serrano Arce

Vayamos al fondo del asunto y a lo realmente práctico. En lugar de llenarse el Senado de un multilingüismo que, salvo en el caso del castellano, no sirve para nada en un mundo globalizado, lo que hay que hacer es renunciar a todos nuestros idiomas e implantar el inglés. ¿Qué anacronismo es ése de tener cuatro lenguas, todas procedentes de un mismo país, de las cuales tres no se hablan en lugar relevante alguno fuera de la madre patria? ¡Qué provincianismo! ¡Qué gasto tan superfluo para darle gustito a unas señas de identidad puramente emocionales cuales son hablar en tres idiomas que se usan sólo en unas minúsculas partículas de tierra planetaria y no por todos sus habitantes! ¡Queremos imitar a Dios y castigarnos a nosotros mismos! En lugar de simplificar la vida que ya es de por sí compleja la tornamos más barroca aún, liada como la pata de un romano de los que hablaban latín.

A este paso ya veo en la mesa de un restaurante o familiar a un colectivo de personas hablando en los cuatro idiomas del Apocalipsis con traductores invitados para que hagan su trabajo. Y es que esto es el Apocalipsis ibérico que pronto se extenderá a América Latina en cuyos parlamentos los representantes indígenas querrán hablar cada uno en su lengua más otra lengua más que habrá por allí, llamada castellano. Conclusión: gran salida profesional la de traductor de las nuevas tendencias sentimentales parlantes.

Muy hermoso, oh, la diferencia, todos y todas con sus lenguas pero al final sus practicantes van a consumir a los mismos lugares y buscan un mismo fin: el sueño americano, hacerse ricos si se puede, ser famosos y los reyes del mambo en las redes sociales, en eso no hay diferentes lenguas, en estar en la sociedad de consumo y la alienación hay unanimidad, aunque la mona se vista de seda catalana, vasca, gallega o castellana, mona se queda cuando lo que hay que hacer con urgencia es borrar todos los idiomas y aprender desde pequeños el inglés.

¿Hay alguien que se acueste algún día sin haber escuchado unas cuantas palabras castellanas dichas en inglés, sin necesidad? ¿Hay alguien que un día y otro no aguante cursilerías en inglés? Inglaterra se ha ido de la UE, pero, ¿cómo se entienden en la UE? En inglés. ¿Cómo nos habla por ejemplo Christine Lagarde? En inglés. ¿En qué idioma hablan en los encuentros empresariales internacionales? En inglés. Cuando se reúnen mis alumnos en algún punto del mundo para irse de parranda con franceses, italianos, estonios, ucranianos, alemanes, checos, etc., ¿cómo se entienden? En inglés. Los investigadores del Covid y de otros muchos misterios que están en la Torre de Babel terráquea, ¿cómo logran comunicarse? Hablando en inglés. ¿Las revistas científicas de mayor prestigio en qué idioma se publican incluso fuera de EEUU y de Inglaterra? En inglés. ¿En qué idioma están anunciando ya la venta de frutos secos en la Plaza de Doña Elvira del barrio de Santa Cruz? En inglés. ¿Qué idioma chapurrean más los conductores de coches de caballos por la zona más monumental de Sevilla? El inglés. ¿Dónde vamos una o dos tardes por semana millones de padres y madres? A recoger a hijos y nietos que salen de una academia de inglés en los que los matriculamos para reforzar el inglés que ya ofrecen los colegios.

Ergo, lo del Senado -que lo quieren extender al Congreso- no deja de ser una patochada, una ridiculez, un gesto nostálgico y emocional y una venganza. Sí, una venganza también. Porque ya les gustaría a los de los idiomas de andar por casa que toda España hablara en esos idiomas en lugar de en castellano. Pero no, fue Castilla la que se impuso en toda la península hasta que Portugal logró separarse y los otros no, empezando por Cataluña que quiso catalanizar lo que hoy conocemos como España. Ahora, esa filosofía posmoderna, puritana y prejuiciosa que se llama respeto por las identidades y las minorías les da la oportunidad de hacernos perder el tiempo y el dinero cuando el mundo camina en otra dirección. Si se trata de practicar burradas vayamos al fondo: aquí lo que hay que hacer es abrazar a Shakespeare y a Edgar Allan Poe y dejarnos de Cervantes, de Sabino Arana, de Rosalía de Castro y de Pompeu Fabra. Ou yeah, i love Peter Sánchez.