Constitución y valores como cimientos del futuro de España

Es evidente que la amalgama que une a los españoles es la que forman la Constitución de 1978 y los valores de un pueblo que está demostrando saber vivir en paz y armonía. Felipe VI ha dedicado su mensaje navideño a la nación a ensalzar ambas cosas, la Constitución de la que dijo «que nos permite asegurar nuestro modelo de vida, nuestra forma de vivir y de entender la vida», y esos valores que son comunes en toda Europa y que se resumen, fundamentalmente, en «la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político». El mensaje fue muy claro para todos los españoles que tienen el «deber moral» de evitar que «el germen de la discordia se instale entre nosotros». Un buen discurso el de Felipe VI que resultó casi quirúrgico al diagnosticar problemas y proponer soluciones a grandes rasgos.

El ataque indiscriminado a las instituciones españolas por parte de partidos políticos que llegaron enarbolando la bandera de la frescura y de la nueva política debe cesar y cada institución debe ocupar el lugar que le corresponde para que la democracia funcione. Así de claro lo dejó el Rey en el discurso del domingo.

Ahora, más que nunca, los mensajes desde la Corona llegan con claridad. No se puede dar paso a la polarización extrema o al populismo tóxico y cínico; España es un país que se sostiene sobre pilares robustos que no permiten equilibrismos con políticas imposibles, que generen odio o que discriminen a parte de la población.

Felipe VI ha estado más acertado que nunca cuando se vive una situación inédita en la que una ley de amnistía va a intentar borrar un pasado traumático que pudo costar un disgusto monumental a los españoles, una situación de colapso institucional que provocan los políticos, una situación en la que la reina de la fiesta es la polarización. Convendría que todos los actores de este juego escuchasen bien sus palabras.

Unos creen que las palabras del Rey Felipe VI avalan lo que quieren hacer los próximos meses respecto a unos sujetos que han estado buscados (lo siguen estando) por la Justicia española y que no han dado la cara; otros, justo al contrario; unos respaldan lo que dijo el Rey a pies juntillas y otros creen que olvidó el día a día de los españoles y que guardó un silencio vergonzoso sobre la guerra de Gaza. Los político españoles no se ponen de acuerdo ni al interpretar un texto.

Sea como sea, es la Constitución y lo que es y representa el pueblo español en su conjunto lo importante para poder soñar con un futuro tranquilo y fructífero y así lo dejó claro el Rey.