Opinión

El Correo

El necesario diálogo en la política española

El necesario diálogo en la política española

El necesario diálogo en la política española / El Correo

En una democracia como la española, no puede ser que se normalice una situación de deterioro como la que se vive en el plano institucional. Hace unos días, el presidente del Gobierno de España y el jefe de la oposición se reunían en el Congreso de los Diputados y la noticia era esa, que se sentaban a charlar sobre asuntos esenciales para España. Que se pueda considerar algo fuera de lo común una reunión entre Sánchez y Núñez Feijóo o que uno de los dos acuerdos a los que se han llegado sea la mediación de la Comisión Europea para cumplir con una obligación constitucional, para que nos ayuden a solucionar algo que no debería suponer un mínimo problema, es significativo y bochornoso al mismo tiempo. Tanto PP como PSOE se encuentran instalados en las trincheras y su relación es tan escasa como desastrosa porque tener que recurrir a un mediador para solucionar un problema que tiene solución en la propia Constitución ya es una anomalía democrática tan sorprendente como intolerable.

La renovación del Consejo General del Poder Judicial tendrá que resolverse con ayuda. La reforma constitucional para modificar el próximo enero el artículo 49 con el objeto de eliminar el término «disminuidos» y sustituirlo por «personas con discapacidad», será mucho más sencilla. Y estos acuerdos tendrán que servir para señalar el camino de diálogo entre formaciones en busca del bien común.

Anclarse en la zona de confrontación política para sobrevivir no es una buena idea política y es la que ha adoptado el PP en los últimos tiempos llegando a poner en duda la legitimidad del Gobierno. Instalarse en la arrogancia y en una actitud casi displicente para negociar con otras fuerzas políticas que no aportan votos que permitan investiduras o aprobación de unos presupuestos, es la que ha adoptado el PSOE estos últimos años.

El futuro más próximo llega cargado de problemas en forma de guerras cercanas, movimientos migratorios que pueden comprometer la marcha normal del país o una recesión económica más posible que cualquier otra cosa, nos colocan de frente a una situación en la que será necesario el diálogo, la capacidad de llegar a acuerdos. Y es necesario que la actitud de cada parte sea la adecuada para que los problemas que llegan sean enfrentados con garantías para que no afecten más de la cuenta a los ciudadanos españoles.