Opinión

El Correo

Las aulas vacías de la universidad pública

Las aulas vacías de la universidad pública

Las aulas vacías de la universidad pública / El Correo

Resulta preocupante cómo las aulas en las universidades públicas se van vaciando de alumnos y cómo eso ya afecta seriamente a los resultados académicos que se van sumando en los últimos trimestres. Si la deserción de los alumnos antes de la pandemia ya iba tomando forma y comenzaba a ser motivo de análisis y preocupación, tras la llegada de la Covid-19 los datos se han disparado. En este sentido habla el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo que muestra una clara correlación entre absentismo y malos resultados académicos en los distintos campus universitarios públicos de España.

Durante el curso 2021-2022 los alumnos de grado aprobaron el 75,63 por ciento de los créditos en los que se habían matriculado y eso supone un retroceso de casi un 8 por ciento respecto al curso 2019-2020, un dato más que llamativo. Los alumnos ya reconocen que asistir a clase les parece una pérdida de tiempo puesto que el material con el que cuentan (producto de la pandemia y del esfuerzo que realizó el profesorado para que los alumnos pudieran continuar sus estudios bordeando el desastre aunque con gran éxito) es más que suficiente para poder cursar las materias correspondientes de cada grado. Si bien el sistema de Bolonia quiso hacer que el estudiante tuviera que interaccionar necesariamente con profesores y compañeros, la realidad ha sido terca y la utilización de documentos comunes en la red y, ahora, la inteligencia artificial, ha distanciado mucho a alumnos que antes estaban integrados en la comunidad educativa.

Es evidente que si un profesor se limita a leer los documentos que tienen en su poder los alumnos, desde el primer día de clase, el interés por asistir a clase de los estudiantes será mínimo. En la universidad, templo de la palabra y del saber, se debe reflexionar, debatir y compartir ideas, por lo que cualquier cosa que mecanice la enseñanza irá en contra de una asistencia a clase por parte de los alumnos que es esencial para la propia universidad.