La memoria musical de muchos palaciegos, en lo que a grupos se refiere, apenas si alcanza a aquella época ochentera en que No me pises que llevo chanclas llegó a revolucionar el panorama nacional con la invención del agropop. Pero dos décadas antes, mientras los Beatles triunfaban en medio mundo, hubo otro grupo surgido del terrón palaciego que llegó a codearse con muchas bandas del panorama español. Se hacían llamar The Barking (que podría traducirse como “los ladridos”) y sus componentes, de pura cepa palaciega, habían sabido compaginar en carne propia aquella esencia que Pepe Begines rescataría para los personajes de sus canciones tantos años después... En efecto, Manuel Rueda, por ejemplo, bautizado como Manuel Bernal Galván, había sabido compatibilizar desde entonces sus oficios de agricultor o albañil con sus facetas no solo de músico y guitarrista (se le daba bien el bajo), sino incluso de curioso e insaciable recopilador de música desde la década de los 50 y hasta de escritor aficionado que trazaba perfiles de paisanos desde su época de juventud.
Lo han sabido bien, en la última década, sus compañeros del Aula de la Experiencia la Universidad de Sevilla de Los Palacios y Villafranca, que han sentido su pérdida de un modo especial porque también su pareja, Amparo Caballero González, formaba parte de esa gran familia de universitarios que han interiorizado en el pueblo de los tomates “la gracia de aprender por aprender”, como ha señalado Mila Vela, la presidenta de la asociación Amigos del Aula de la Experiencia. “Era tanto su entusiasmo por la vida, que le faltaban horas al día para hacer cosas”, ha señalado Vela.
Rueda fue, junto a otros palaciegos como Paco Moral, Enrique Domínguez o Guillermo Distinguido, uno de los fundadores del mítico grupo de pop-rock The Barking, cuyos éxitos comarcales se extendieron entre el local palaciego El Desembarco y otros pueblos como Las Cabezas de San Juan, hasta bien entrada la década de los 70. Descanse en paz un buen hombre que, como diría Machado, era en el buen sentido de la palabra, bueno.