Bendecidas dos nuevas figuras para el paso de misterio de la Hermandad del Cautivo de Cazalla de la Sierra
Se trata de un sayón y un sanedrita procedentes de la Hermandad de la Columna de Carmona. La Junta de Gobierno del Martes Santo continúa con su labor para devolver el esplendor a una Hermandad señera en la localidad.
El sentimiento cofrade no se agota ni en tiempos de pandemia. Todo lo contrario, cargado de resignación, todo aquel que vive con pasión esta fiesta se vuelca aún más en su hermandad, su grupo joven, su corporación. La Semana Santa, lejos de lo que pudiera pensarse, no se limita a siete días durante el año, sino que la fe, el trabajo y la devoción perviven durante todo el año.
En Cazalla de la Sierra hay una Hermandad que, aún lamentado otra nueva Semana Santa sin echarse a la calle, no deja de luchar cada día por sus fieles, sus devotos, sus titulares y todo lo que rodea a ese culmen que llega cada Martes Santo y cuyas raíces se labran día a día, mes a mes. Se trata de la Hermandad del Cautivo.
Incremento del patrimonio cultural
Su Junta de Gobierno adquirió un compromiso hace cinco años, el de dotar del esplendor que merecía la Hermandad. Desde entonces se hicieron con una nueva parihuela para el paso de Cristo, se encuentran elaborando la del paso de la Virgen y han incrementado el patrimonio de la corporación con nuevas sayas y ropajes para sus titulares. Junto a ello han incrementado la nómina de costaleros y, en definitiva, han puesto los cimientos sobre los que se sustenta, ahora mismo, una de la Hermandades más sólidas de la localidad. Desde este sábado, además cuentan con dos nuevas figuras que acompañarán a Jesús Cautivo en su paso.
Se trata de un sayón y un sanedrita que, en su día, pertenecieron a la Hermandad de la Columna de Carmona. La corporación que encabeza Rubén Espínola como Hermano Mayor no dudó en adquirirlas cuando la hermandad carmonense decidió remodelar su paso.
El taller de los salesianos
La imagen del sayón es obra de las escuelas salesianas, del año 1943. Se trata de una figura de talla completa con el rostro inexpresivo en la realización de su labor. Se muestra con el torso desnudo, exclusivamente con un paño de pureza y levantando el brazo derecho en la acción de azotar. Por su parte, la imagen del Sanedrín, al igual que la imagen del sayón, procesionó por primera vez en Carmona en 1943, justo cuando el escultor Rafael Barbero se incorporó al taller de los salesianos. Sin embargo, según investigaciones al respecto, esta figura podría ser anterior. Un hecho que lo delata es la utilización de estopa para el pelo, algo que delata que podría datar de finales del siglo XIX.
Ambas imágenes fueron bendecidas este sábado por el párroco D. Juan Antonio Román Écija, en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación, donde además se ha celebrado el Quinario en honor a Ntro. Padre Jesús Cautivo.
Así pues, una vez que la pandemia deje paso a la normalidad y de nuevo puedan verse los pasos en la calle Cazalla y la Hermandad del Cautivo podrán presumir de un cortejo muy renovado, con la Virgen de la Amargura en su propio paso y contando, en su paso de misterio con dos nuevas figuras, bendecidas desde este fin de semana.