El pasado enero, los integrantes de la banda de música de El Saucejo grabaron en el Teatro Alberquilla su primer disco, un trabajo grabado en directo y que próximamente verá la luz, tras la presentación que se realizará en el mismo lugar de su grabación.

Es un paso más en la historia de una banda, ‘Bienmesuena’ que nació en los albores del siglo XX, y que se ha convertido con el paso de los años en mucho más que una reunión de personas, instrumentos y partituras, para ser todo un referente de la cultura en la provincia de Sevilla.

El disco cuenta con financiación, en parte, del Ayuntamiento, al ser el Consistorio “conocedor de la labor de la banda, labor, por ejemplo, que ayuda a la integración de los jóvenes saucejeños en la Escuela Municipal de Música”, y cuando la cultura llama a sus puertas, todo lo bueno viene después.

Sin origen definido

Las historias en torno a esta banda son miles, y ha sido resumidas por José Luis Sánchez Vega, que fuese su director durante varios años, y que recuerda que “no podemos precisar una fecha, ni tan siquiera aproximada, del origen de nuestra banda de música, pero sí podemos afirmar, sin embargo, que la misma ha ejercido sin interrupción su actividad musical desde el inicio del pasado siglo hasta el presente”

Al tratarse de un colectivo de arraigo popular y no perteneciente a ninguna institución, al contrario que otros que nacieron al amparo de hospicios, ayuntamientos o cuarteles “no hay fuentes documentales precisas que nos remitan a un comienzo determinado. No obstante, por testimonios y documentación de diversa naturaleza, tenemos referencias de músicos y actividades musicales mediante las que establecer hipótesis al respecto”.

Así pues, Sánchez Vega recuerda que “sabemos que un integrante de la banda a inicios del siglo XX, Rafael Caro Martín (Grajito el viejo), ya componía letrillas para serenatas en las que participaba con otros vecinos allá por 1880, o que su coetáneo Andrés Jiménez Rivera estaba asignado a la música de la escuadra en la fragata Sagunto en 1882”.

Otros datos biográficos citan que el músico Francisco Caro Quijada (Picales, hijo de Grajito el viejo) fue designado Trompeta de plaza (puesto para profesionales y no para educandos) en un regimiento de caballería en 1904.

Orígenes en bandas consolidadas

A tenor de todo ello, José Luis Sánchez Vega cree que “consideramos que este último ingresó en el Ejército con una formación musical previa que, probablemente, adquirió en una banda de música local ya consolidada a finales del siglo XIX o comienzos del XX, mientras que, por otro lado, algunos músicos nacidos en 1910 y 1914 contaban anécdotas de otros tantos que los precedieron, y afirmaban, también, que siempre conocieron banda de música en nuestro pueblo”.

Asimismo, estos veteranos recordaban las bandas de Grajito y la de Malaño, que fueron “dos pequeñas formaciones que estuvieron integradas por familias (Quijada, Bellido, García, Gallardo, Vega, Martín...) cuya descendencia directa forma parte de la actual banda de música”, aunque de ambas nos ha quedado constancia en los libros contables delo Ayuntamiento.

La banda de Malaño, dirigida por Manuel García Pérez y, posteriormente, por Manuel Armayones Díaz, desaparecería en 1925 y algunos de sus miembros se integrarían en la de Grajito. Esta última, que ya venía dirigiendo Rafael Caro Quijada (Grajito, hermano de Picales) desde hacía años, amplió su plantilla instrumental y consolidó un repertorio que abarcó desde pasodobles, marchas y bailables hasta obras de concierto.

“Además, “adoptó la uniformidad clásica de banda y, ya en la República, incrementó considerablemente sus actuaciones anuales con el Ayuntamiento”, recuerda el exdirector, que cita que, poco después, durante la Guerra Civil, tras unos meses en los cuales estuvo al frente de la banda José Quijada (Quijadita, el del Tejar), ocupó la dirección musical de la misma Juan Gallar- do Robles, quien formó a nuevos educandos y posibilitó así que el grupo continuase amenizando eventos durante algo más de tres décadas.

Ya en torno a los años 70 del pasado siglo se hizo cargo de la dirección Diego Martín Verdugo (Carlos Chapa), músico versátil (saxofonista y clarinetista), que propició que en el seno de la banda se instituyera la orquesta de baile Los Rebeldes.

“A este le continuó Francisco Martín Gracia (Frasquito Rosa), músico de larga trayectoria, discípulo de Rafa- el Caro Quijada, y una de las principales fuentes testimoniales a la hora de reconstruir nuestro pasado musical”, concreta Sánchez Vega, que recuerda que “a Francisco Martín Gracia le sucedió en el cargo su hijo Francisco Martín Piña, y sería durante la dirección de este último cuando tuviese lugar la incorporación de la primera mujer al colectivo (Paula Vega Sánchez, Semana Santa de 1989)”.

Francisco Martín Piña fue director musical de la formación desde mediados de los ochenta hasta finales de los noventa del siglo precedente, “y sus enseñanzas perviven hoy en no pocos músicos de nuestra localidad”, y a Martín Piña le siguió José Luis Sánchez Vega. Bajo su dirección se creó la Asociación Juvenil y Cultural de Música Bienmesuena y se amplió el número de componentes.

Directores de prestigio

Este proyecto, en el cual la referida asociación asumió la gestión de la banda local de música se consolidó con Manuel Galván Jiménez, quien estuvo al frente de la misma desde 2002 hasta 2006, y ese mismo año volvió José Luis Sánchez a ocupar la dirección musical de la formación hasta 2010, año en que lo sustituyó el compositor y clarinetista Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros Pérez, actual director de nuestra banda.

José Luis Sánchez Vega se felicita de que en su larga trayectoria, la Banda de Música de El Saucejo ha actuado en un considerable número de pueblos de distintas provincias y en las ciudades de Sevilla, Cádiz, Granada, Almería y Ceuta.

En la actualidad, integran el conjunto 80 componentes, a los que en un futuro se le sumarán nuevos educandos de la Escuela Municipal de Música que gestiona la actual Asociación Cultural de Música y apoya el Ayuntamiento de El Saucejo, “por lo que se augura un gran futuro a esta institución popular, decana de la cultura musical en nuestro pueblo por su incesante arte y oficio desde hace más de un siglo”, concluye.