La queja de la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz en torno a la pasividad del Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca sobre la recuperación de la casa de recreo que Joaquín Romero Murube adquirió a mediados del siglo pasado y que convirtió en su pequeño Alcázar, la llamada Huerta de la Noria, a un kilómetro del núcleo urbano, ha suscitado un desencuentro entre el alcalde actual, Juan Manuel Valle (IU), y el concejal de Cultura cuando gobernaba el PSOE entre 2007 y 2011, Claudio Maestre.
La razón básica es que el regidor palaciego, después de recibir la notificación de la oficina de Jesús Maeztu, ha reaccionado sacando a la luz el único anteproyecto de recuperación de la Huerta que databa de 2006 y que consistía, según el equipo de gobierno actual, en recuperar aquella residencia para convertirla, en parte, en un museo sobre la vida y obra del autor de Pueblo lejano. Sin embargo, según Valle, aquel proyecto no solo no llegó a buen puerto por la negativa del concejal de Cultura entre 2007 y 2011, Claudio Maestre, sino que durante aquella legislatura se rebajó incluso el nivel de protección del inmueble, contra los criterios de los técnicos municipales, del nivel máximo al nivel de protección estructural B, con conocimiento del entonces concejal de Cultura. “Pese a la importancia cultural e histórica de la finca, el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado a comienzos de 2008”, insistía hace unos días el alcalde, “no otorgó a la hacienda el nivel máximo de protección, como se habían encargado de proponer y recomendar los técnicos municipales, sino que aparece solo con tipología Villa residencial y con un nivel de protección estructural B”.
Como el regidor palaciego acusaba, en este sentido, de “hipócrita” a Maestre, este ha reaccionado ahora con otro comunicado en el que niega no solo que hubiera habido algún proyecto de recuperación, sino que, gracias a su negativa a aprobarlo, “sigue abierta la esperanza de su recuperación”. En este sentido, Claudio Maestre asegura en un escrito remitido a este periódico que “siendo yo concejal de Cultura se me pide que dé el visto bueno a un proyecto sobre la rehabilitación de la Huerta de la Noria, aunque el proyecto consistía básicamente en dos apartados: uno, recuperar la vivienda y convertirla en la casa particular para uso y disfrute, en exclusiva, del hijo del constructor, propietario de la finca; y un segundo apartado, en el que se permitiría construir unas instalaciones privadas destinadas a celebraciones y eventos”. “En ningún momento”, continúa el escrito de Claudio Maestre, “se planteaba que esa rehabilitación iba a dedicarse a ser la casa museo de Joaquín Romero Murube, ese hubiera sido mi deseo”. Por otro lado, el exconcejal insiste en que en una reunión que mantuvo con los propietarios “les manifestó que esa vivienda estaba destinada a otros fines y que no podía permitir que la vivienda de la Huerta de la Noria pasara a manos privadas y quitársela al pueblo”.
El exconcejal, que no hace mención alguna a la rebaja en la protección del inmueble en el PGOU, sí señala que fue en la lista de las elecciones municipales de 2007 porque “el entonces alcalde [Antonio Maestre (PSOE)] me promete que se iba a luchar para recupera la Huerta de la Noria como elemento patrimonial de Los Palacios y Villafranca”. “Yo acepté”, continúa el exedil, “porque, a pesar de mi no militancia en ningún partido, pensé que debía ser coherente con mis viejas reivindicaciones sobre el tema de la Huerta”. Pero el caso es que, pasados los cuatro años de aquella legislatura, “el alcalde de entonces no cumplió con la promesa que me había hecho y la Huerta siguió su proceso de olvido”, explica con resignación Claudio Maestre, quien, no obstante, relata sus intentos de luchar por la recuperación de la Huerta de la Noria desde mucho antes de ser concejal, desde la época en que le planteó a su dueño a finales del siglo XX, Luis Ramos-Paúl, enfermo y sin descendencia, “la posibilidad de convertir la Huerta en un futuro museo sobre la figura de Romero Murube, idea que Luis acogió con entusiasmo”.
En el escrito que Claudio Maestre ha remitido a este periódico para retar al alcalde palaciego a que, “con el anteproyecto citado por delante aclaremos todos los detalles que ahí se especifican”, recuerda sus referencias y peticiones escritas sobre la deseable recuperación de la Huerta de la Noria antes de convertirse en concejal. En 2004, por ejemplo, tres años antes de entrar en el equipo de gobierno, escribía en un prólogo a la obra poética de Romero Murube que editó la Fundación de Aparejadores de Sevilla: “Es de esperar que los organismos pertinentes asuman este compromiso histórico, aunando esfuerzos tras el fallecimiento de su propietario en septiembre de 2003 [en alusión a Ramos-Paúl] y demuestren suficiente sensibilidad y visión patrimonial para que esta modesta sugerencia sea tenida en consideración y pase a enriquecer la oferta turística-cultural del pueblo y del acervo andaluz”.
El exconcejal explica que también hace tres años, ya en 2017, en su libro El Patrimonio de Los Palacios y Villafranca, volvió a insistir en la misma cuestión: “De la implicación o no de los ciudadanos dependerá el futuro de la Huerta de la Noria. Pero serán los dirigentes políticos quienes deben asumir el papel definitivo y serán ellos quienes decantarán la balanza hacia la recuperación o al abandono definitivo”.
Maestre termina su escrito pidiéndole al alcalde que “cumpla con su obligación de velar por la recuperación de la Huerta de la Noria, porque en sus manos está hacerlo, y que lo afronte, no desde la imposición, sino desde el convencimiento de que será para el beneficio de la cultura y del patrimonio del pueblo que queremos. Si así fuera, que no dude que este palaciego sería el primero en aplaudirlo”.