El toro en los genes de la Villa Taurina

Los mellizos Jesús y Antonio Muñoz participan en las novilladas sin picadores de Cantillana, el primer certamen desde la declaración oficial que se celebra los días 25 de junio, 2 y 8 de julio

06 jun 2017 / 21:43 h - Actualizado: 06 jun 2017 / 21:50 h.
"Toros"
  • Los hermanos Muñoz practican sobre la arena de la plaza de toros de Cantillana. / Fotos: F.J. Domínguez
    Los hermanos Muñoz practican sobre la arena de la plaza de toros de Cantillana. / Fotos: F.J. Domínguez
  • Antonio y Jesús Muñoz, ante la puerta de toriles.
    Antonio y Jesús Muñoz, ante la puerta de toriles.

Antonio y Jesús Muñoz comparten rasgos, físico y hasta la voz. Tan idénticos son estos mellizos cantillaneros de 22 años que incluso comparten aficiones, como el deporte en general y el triatlón en particular. Pero sobre todo les une una pasión, que los mimetiza más y los hace uno solo en su defensa: los toros. Novilleros por vocación y afición desde la infancia, ambos participarán en el certamen sin picadores que Cantillana celebrará los días 25 de junio y 2 y 8 de julio. El primer –y esperado– festejo desde la declaración de la localidad como Villa Taurina.

«La afición al toro se lleva dentro, y hay un momento que la vida te hace despertarla», explica Jesús. En ellos fue «con 13 años. Asistimos por primera vez a una corrida en Cantillana. Ver el toro en directo nos hizo querer ser toreros», desarrolla Antonio. A pesar de que su familia pensaba que «era un juego», con 14 años se inscribieron en la escuela taurina de Camas. La constancia y el «ser capaces de ponernos delante de un toro» ganaron el apoyo familiar de un entorno sin tradición taurina, solo «un bisabuelo materno empresario y muy aficionado, y un banderillero en activo, nuestro primo José Ángel Muñoz, Perico».

Antonio habla más que Jesús. Pero coinciden en las ideas y en su defensa. Similares son también sus trayectorias, iniciadas en la escuela camera y continuada con distintas novilladas. Antonio debutó de luces en Cantillana en 2012, siguiendo con corridas en Camas, Mijas o Huelva y la participación en las novilladas de Canal Sur. «Toreé en Zufre y corté dos orejas, aunque no me clasifiqué. La peña taurina de la localidad me reconoció con el premio al triunfador». Jesús debutó con 15 años en una novillada en Camas. Cantillana, Mijas o Almadén de la Plata han sido otras de sus plazas, aunque reconoce que «es un sistema muy cerrado y como no tengas padrino no toreas».

Explican que es habitual que si los empresarios no llaman, sean los toreros los que se ofrezcan a hacerlo incluso pagando. «Aunque hemos vendido entradas para novilladas, no hemos aceptado pagar por torear. Es indigno pagar por jugarte la vida». Aunque «tampoco hemos sacado dinero, estamos tiesos. Pero puede más la afición». Por ello aseguran que no se ven viviendo del toro. Así que apuestan por la formación, algo en lo que no se parecen. Jesús estudia Márketing y comercialización internacional y Antonio Comunicación Audiovisual.

«No es lo mismo que te guste torear a querer ser torero». Requiere mucho esfuerzo y dedicación, a la vez que una gran preparación. «Hay que saber compaginar el tiempo para estudiar y entrenar. A veces hay que estudiar de madrugada». Porque han de sacar tiempo para el entrenamiento físico y mental –correr, natación o bicicleta; el yoga de Jesús para preparar la mente o la meditación por el campo y la soledad de Antonio–. Una ardua dedicación en la que se encuentran para cada uno dar lo mejor de sí en este inminente certamen.

Este festejo es una gran oportunidad. Organizado por el Ayuntamiento y patrocinado por la yeguada local Jiménez Burgos, la plaza de toros de Cantillana acogerá tres novilladas sin picadores, un evento de calidad para jóvenes toreros. Los días 25 de junio y 2 de julio se celebrarán dos corridas a modo de semifinales, con cuatro novilleros por jornada y un toro para cada uno. El día 8 de julio tendrá lugar la final, con los tres mejores, que torearán novillos de la prestigiosa ganadería de Juan Pedro Domecq. Un jurado será el encargado de determinar los finalistas y el ganador atendiendo a las ganas, el valor, la técnica, la estética y el arte en los lances, o la suerte suprema. «El toreo es muy subjetivo, por eso hay que salir a darlo todo». Compartirán cartel con la novillera cordobesa Rocío Romero. Muestra además de que «este mundo se está abriendo» porque «el toro no distingue si eres hombre ni mujer. Ni distingue el valor», sentencia Jesús. Como resultado, solo desean que este certamen vuelva a llenar la plaza durante los tres días, para que sus paisanos sean testigos de cómo lo dejan todo en el ruedo.

Los mellizos solo poseen un traje de luces, que se van alternando. Cada uno toreará en una ronda distinta, «y si llegamos a la final tendremos que alquilar uno», para batirse mano a mano, algo que también les motiva. Porque atesoran los mismos sueños, como «debutar en la Maestranza, el escaparate de los sueños». Sin embargo, ven «un panorama difícil» ante el crecimiento de movimientos antitaurinos. «El toro se debe enseñar desde la base, desde el colegio por ejemplo. Que se conozca y se vea el sacrificio que hay detrás, el trabajo que la tauromaquia da, la cultura mantenida desde tanto tiempo», y entonces valorar con conocimiento. Mientras, agradecen a todos los que hacen posible este festejo y la declaración de Villa Taurina, que posibilitan que «el toro haya vuelto a Cantillana y esté resucitando la afición». Dispuestos, además, a sacar de sí mismos, «todo el arte, la técnica y las ganas de agradar a la gente», mostrando la genética taurina que tan idénticos los ha hecho.