Este viernes baja la Virgen

Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad Coronada, titular de la hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, es la primera dolorosa que procesiona bajo palio en la provincia de Sevilla

30 mar 2022 / 17:32 h - Actualizado: 30 mar 2022 / 17:38 h.
  • 01. Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad Coronada llegando a la parroquia alcalareña en la procesión de Bajada (Foto: Blog La Soledad de Alcalá del Río)
    01. Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad Coronada llegando a la parroquia alcalareña en la procesión de Bajada (Foto: Blog La Soledad de Alcalá del Río)
  • La Virgen, una imagen fechada en la primera mitad del siglo XVI, en el paso de traslados en una imagen de archivo (Foto: Hermandad de la Soledad)
    La Virgen, una imagen fechada en la primera mitad del siglo XVI, en el paso de traslados en una imagen de archivo (Foto: Hermandad de la Soledad)
  • La Bajada se celebra el cuarto viernes de Cuaresma desde la capilla de San Gregorio a la parroquia de Santa María de la Asunción (Foto: Hermandad de la Soledad / Velázquez Fotos)
    La Bajada se celebra el cuarto viernes de Cuaresma desde la capilla de San Gregorio a la parroquia de Santa María de la Asunción (Foto: Hermandad de la Soledad / Velázquez Fotos)
  • El paso es portado por nazarenos a hombros (Foto: Francisco J. Domínguez)
    El paso es portado por nazarenos a hombros (Foto: Francisco J. Domínguez)
  • El cortejo lo componen exclusivamente mujeres portando hachetas, denominadas cirios (Foto: Blog La Soledad de Alcalá del Río)
    El cortejo lo componen exclusivamente mujeres portando hachetas, denominadas cirios (Foto: Blog La Soledad de Alcalá del Río)
  • Es la primera procesión de una dolorosa bajo palio en la provincia de Sevilla (Foto: Hermandad de la Soledad)
    Es la primera procesión de una dolorosa bajo palio en la provincia de Sevilla (Foto: Hermandad de la Soledad)

“Este viernes baja la Virgen”. Esa es la jaculatoria que se repite, a modo de llamador de las emociones, en estos días entre los soleanos de Alcalá del Río. Porque, tras dos años sin hacerlo, Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad Coronada será trasladada a la parroquia alcalareña para la celebración de sus cultos. Es la Bajada, la primera procesión de una dolorosa bajo palio en Sevilla. Una cita para no perderse en las vísperas de la Semana Santa.

Viajar a Alcalá del Río este viernes es hacerlo también en el tiempo, que parecerá haberse detenido. El visitante encontrará una procesión de regusto añejo y romántico, distinta a todo lo que se lleva a cabo en la capital y en la provincia, arraigada de forma tradicional e inseparable al cuarto viernes de Cuaresma.

Dolorosa del siglo XVI que siempre viste de negro

Revestida de solemnidad y elegancia, plena de ritos y costumbres, la Bajada es el traslado de la Virgen desde la capilla de San Gregorio – sede de la hermandad – a la parroquia alcalareña para la celebración del Septenario. Es la distinta cota de ambos templos por la orografía del pueblo – un remanso sobre un cerro junto a un meandro del Guadalquivir – define esta procesión en la que la Señora baja a la iglesia.

Como epicentro de todo, la Virgen. Imán de devoción que sobrepasa a la hermandad y al pueblo. Una talla anónima, datada en la primera mitad del siglo XVI, en la que destacan su porte regio y su empaque, lejos de las formas barrocas. Vestida siempre de negro, alterna para esta procesión las piezas más antiguas de su rico ajuar, entre las que se encuentran sayas bordadas en oro del siglo XIX y principios del XX, coronas del XVIII y XIX, y un manto – también negro y bordado en oro – atribuido por semejanzas a las hermanas Antúnez.

Un palio de 8 varales del siglo XVIII

Después de la dolorosa, destaca el paso de palio, el primero que pisa las calles en la provincia. Un conjunto sobrio y elegante, encuadrado en el siglo XVIII, y que mantiene su impronta clásica y señera. De cajón y sustentado por 8 varales, exhibe en su cara interna el primer verso del Stabat Mater en letras de plata que donara el regidor perpetuo de la villa en 1753. Texto que originariamente podía leerse en el exterior y que pasó a estar dentro cuando se añadieron los bordados – también de las Antúnez – retirados del palio de Viernes Santo en la reforma que el taller de Olmo llevó a cabo en 1912.

Una candelería fina y esbelta, integrada por candeleros y candelabros de brazos y tulipas, tanto en la delantera como en los laterales y la trasera del paso, recuerdan a la disposición de la cera que ya solo se ve en las primitivas fotos en blanco y negro de las cofradías. El paso se exorna como se hacía antiguamente, con las calas blancas que los soleanos cuidaban en sus patios y corrales, y que llevaban para engalanar las andas.

El cortejo está formado exclusivamente por las hermanas

El paso no lleva costaleros, sino que es portado a hombros y por fuera. Cada Miércoles de Ceniza, en el cabildo de salida, se sortean las maniguetas, encargándose el agraciado de completar el grupo que llevará a la Virgen. Y lo hacen vestidos con la túnica de nazareno, sin capa, con fajín de esparto y peto de terciopelo negro con el escudo de la hermandad bordado.

Interesante es igualmente el cortejo que acompaña a la Virgen, integrado exclusivamente por mujeres, que alumbran a la dolorosa con hachetas de orfebrería – los cirios de bajar y subir –, sumándose varios centenares en las dos filas que la preceden.

La procesión de Bajada dará comienzo a las 22.00 horas

La procesión da comienzo a las 22.00 horas desde la antigua ermita que los Reyes Católicos mandaron ampliar, y discurre por las calles céntricas de la población con el acompañamiento de la banda de música de la hermandad. La entrada, con el repique de campanas de la torre mudéjar de la parroquia, sucede en torno a las 00.00 horas. Una vez en el templo, y tras el canto de la salve, el paso quedará arriado ante el altar de Septenario, una instalación fastuosa y efímera en la que destaca especialmente el manifestador, una pieza en plata repujada fechada en el siglo XVIII.

Cobijada por el magnífico dosel del altar de cultos, la dolorosa presidirá la celebración del Septenario, documentado ya en 1812, y que este año tendrá lugar desde el sábado día 2 de abril hasta el Viernes de Dolores, 8 de abril. Este día, que la hermandad hace festivo, se celebrará la función principal de instituto a las 11.00 horas, y en la que volverá a realizarse la protestación de fe, la ofrenda de caridad y la ofrenda floral a la Virgen como regalo en su día. En la noche, tras el último día de Septenario y la procesión claustral con el Santísimo Sacramento, la Virgen quedará expuesta en veneración – acto sustitutorio del besamanos –, que se alargará hasta la madrugada.

Finalizado los cultos, la dolorosa volverá a ser entronizada en el palio de los traslados, para retornar a su sede canónica en la noche del Domingo de Ramos. Traslado con idéntico formato a la Bajada, con el mismo itinerario pero en sentido inverso y al que, por subir hasta la capilla, se le denomina Subida. Entre ambas salidas discurrirán 9 días en los que parecerá haberse detenido el tiempo para honrar a la dolorosa alcalareña en sus cultos, manteniendo una estética decimonónica y que este viernes podrá disfrutarse doblemente con la Virgen en la Bajada. Por su exquisitez y por la posibilidad de vivirla nuevamente tras dos años sin bajar bajo palio a la parroquia.