La Virgen del Carmen regresa a las calles de Guadalcanal

La Agrupación Parroquial de la Sagrada Resurrección recuperó una procesión que hacía más de dos décadas que no se ponía en la calle. El cortejo desafió al calor y regaló a Guadalcanal un día para la historia. El paso por Santa Ana supuso un guiño histórico de gran calado.

18 jul 2022 / 12:15 h - Actualizado: 18 jul 2022 / 12:20 h.
"Tradiciones"
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Dijo San Agustín: “¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Pero si tuviese que explicárselo a alguien no sabría cómo hacerlo”. Pues eso, ¿qué son veinte años?, sobre el papel dos décadas, cuatro lustros y un número indecente de días. Pero realmente ¿qué son veinte años al lado de este 17 de julio? Prácticamente nada. Así de relativo es el tiempo.

La Virgen del Carmen, de Guadalcanal, volvió a ponerse en la calle este domingo, más de veinte años después, pero por lo histórico del momento y lo bonito del día, pareció que el tiempo no había pasado. Subida en el paso que amablemente prestó la Hermandad de la Vera Cruz, bajo sus trabajaderas se unió la veteranía y la juventud, costaleros que sabían de este arte y otros que ni siquiera habían nacido la última vez que esta imagen procesionó. Así de mágica transcurrió esta bonita tarde-noche.

Inicio de una tarde mágica

La Banda de Música Ntra. Sra. de Guaditoca pondría los sones de un histórico día que se iniciaba a eso de las ocho de la tarde. A pesar de lo caluroso del día, nadie en Guadalcanal se achantó, nadie quiso perdérselo. Y bajo un cielo de colores pastel, la imagen de la Virgen del Carmen atravesó el dintel de la Iglesia de Sta. María de la Asunción. Primera levantá a pulso para colocar las patas de este imponente paso, precedido de nubes de incienso que hablaban más de abril que de julio, que por momentos nos hablaban de lo perdido y recuperado en este 2022 que va camino de escribir una nueva historia.

De nuevo la Plaza de España de testigo de una primera levantá al cielo. De un nuevo sueño hecho realidad. De una nueva demostración de tesón y compromiso que pone sobre la mesa la Agrupación Parroquial de la Sagrada Resurrección, de cuya corporación es titular esta imagen. De nuevo letras de oro para el libro de estos jóvenes que no dejan de soñar, y lo más importante, de cumplir sueños. Para ellos es el futuro, no cabe duda.

La Virgen del Carmen regresa a las calles de Guadalcanal

Sabores cofrades

Y con Encarnación de la Calzada comenzó un recorrido que poco a poco se iba cuajando de fieles, de cofrades, de seguidores, de curiosos y de añoranza. Por Herrería accedería a los Mesones y de ahí, en una revirá que bien recordó a la Semana Santa enfiló Milagros para buscar Andrés Mirón. A partir de ahí la magia de lo inédito. Mientras el cielo sabía a despedida, nuevas calles daban la bienvenida al paso de la Virgen del Carmen. Y así, Ortega Valencia volvía a ver un cortejo por sus calles más de diez años después de que por la misma bajara San Marcos. Y Altozano Bazán ya ni recordaba cuando una Cruz de Mayo de la Banda de Cornetas y Tambores Cristo del Amor transcurrió por la misma. Estampas para el recuerdo mientras se accedía a uno de los momentos más bellos del recorrido como fue su llegada a Santa Ana.

La Virgen del Carmen regresa a las calles de Guadalcanal

Santa Ana, especial

Como si de un guiño a la historia se tratase, el cortejo irrumpió en un barrio que prepara su fiesta grande. Allá, antaño, se fraguó aquella hermandad, y después de tanto tiempo, la imagen volvía para visitarles, para decirles que el tiempo no pasó, sino que fue el transcurrir inexorable de la vida el que hizo correr el reloj. Pero no, el tiempo no pasó, porque otra vez estábamos aquí, con la misma fe y alegría que un día derramamos. Que un barrio no entiende de horas, minutos o días. Se mantiene impertérrito a la espera de momentos como este.

Y a partir de aquí nuevamente espacio para la instantánea. Cuando ya el manto de la noche asomaba tocó bordear esa majestuosa Plaza de Santa Ana, buscar lo inédito de la calle Minas y sumergirse a continuación en Costaleros, con un pueblo a sus pies, y mirando de frente ya a la recogía. Con la maestría que caracteriza a un grupo humano como este, el paso se fue por Santiago y D. Juan Campos hasta desembocar en la Plaza de España de nuevo para cerrar una magnífica jornada. Un día excelso y espléndido donde vuelve a escribirse una página para la historia. Que las que hubo en blanco se arrancaron del tirón, y que, a fin de cuentas, como dijo Gardel... que veinte años no es nada...