Mayo es el mes de la Cruz en Brenes. La hermandad de la Vera-Cruz lo festeja así anualmente, con una acción solidaria como broche final. Las restricciones y limitaciones impuestas este año han impedido la celebración de sus cultos, actos y procesión. Sin embargo, la corporación del Viernes Santo ha querido mantener el cariz solidario de estas fechas, con una campaña de formato novedoso que ha recaudado más de 1.500 kilos de alimentos en un fin de semana.
Desde 2001 la hermandad lleva a cabo la ‘Operación Carretilla’. Los voluntarios veracrucistas recorren el pueblo calle por calle recogiendo alimentos no perecederos, que son donados a instituciones religiosas y que estas distribuyen entre personas necesitadas en forma de ayudas básicas. Una tradición que, según fuentes de la corporación, cada año viene rondando los 3.000 kilos aportados por toda la población.
Un nuevo formato para la ‘Operación Carretilla’
“Nadie nos daba seguridad de poder llevarla a cabo este año. A pesar de haber avanzado de fase, nos decían que no se podría salir en grupo a realizar la recogida”, explica Pedro Durán, teniente de hermano mayor. Del mismo modo, “tampoco se han celebrado los cultos a la Santa Cruz este año” – la función el día 3 de mayo, no se ha pronunciado el pregón que la exalta ni ha salido en su procesión de gloria en las fechas más próximas a su festividad –.
Tomando en consideración estas cuestiones, la hermandad ha querido que el broche solidario de este mes se mantuviese a pesar de haberse suspendido todas las celebraciones. Con el mismo objetivo pero con distinto formato, el pasado fin de semana se abrieron las puertas de la casa hermandad para iniciar la ‘Operación Carretilla’ de 2020.
Se ha instalado un altar a la Cruz en el que depositar los alimentos
Una campaña inédita, para la que se ha instalado un altar en las dependencias de la corporación, presidido por la Santa Cruz y exornado con los respiraderos del paso del Cristo de la Vera-Cruz y la candelería del palio de la Virgen de los Dolores. Y en vez de salir los voluntarios a recoger los alimentos, son los vecinos los que han podido acercarse hasta la Cruz y depositar a sus pies una ofrenda solidaria en forma de alimentos no perecederos. Manteniéndose en todo momento las medidas de seguridad, desinfección e higiene.
Planteada para los dos últimos fines de semana del mes de mayo, los tres primeros días han tenido un balance muy positivo. Se han conseguido reunir más de 1.500 kilos de alimentos no perecederos y de primera necesidad. “Podemos dividir entre sólidos – pasta, legumbres – de los que han donado en torno a 1.000 kilos, y líquidos – aceite, leche, zumos –, con unos 400 litros”. Del mismo modo, “son muchas las personas que también están entregando productos de limpieza e higiene, que nunca se han recogido”, así como alimentos infantiles. “Cada año, los costaleros del paso de la Cruz hacen una donación de alimentos infantiles en la misa del 3 de mayo. Este año no se ha hecho, pero también los vecinos los están trayendo”, explica el teniente de hermano mayor.
Asegura Durán que la población de Brenes “está muy concienciada”, y esto se ha notado en la alta participación de vecinos en esta recogida de alimentos, “no solo los de nuestra hermandad”. Los próximos días 29 – en horario de tarde –, sábado 30 y domingo 31 – mañana y tarde – volverá a abrir la casa hermandad para exponer la Santa Cruz a la veneración y recoger las aportaciones de alimentos. Según las previsiones de la cofradía, tras el primer fin de semana se espera que este año se supere la cantidad habitual recaudada en la ‘Operación Carretilla’.
La recaudación se destinará a instituciones benéficas y comedores sociales
Cada año los alimentos son entregados principalmente a conventos – como el de Villanueva del Río y Minas – para sus labores asistenciales. En esta ocasión la hermandad está valorando su reparto entre otras instituciones benéficas, como comedores sociales, de los que han tenido conocimiento de la falta de suministros y la necesidad de colaboración para poder seguir atendiendo al creciente número de personas afectadas por esta crisis sin precedentes.
De forma paralela, la hermandad ha habilitado un número de cuenta en el que se están recogiendo donativos, donde la solidaridad vecinal también está quedando patente. Finalizada la campaña, una parte de la cantidad reunida se entregará a Cáritas parroquial, mientras que con el resto la hermandad creará un fondo para ayudar a hermanos y vecinos en situación de necesidad.
“En Brenes la situación no es tan mala gracias a las campañas del campo. Sin embargo, el sector terciario – bares, comercios de ropa y calzado – si se ha visto más afectado. Hemos tenido que atender a vecinos que son autónomos y tienen sus negocios cerrados y que no podían ni comprar alimentos”. A pesar de la reanudación de la actividad “prevemos que la situación para estas personas sea complicada por la falta de ingresos y la obligación de afrontar pagos”, de ahí que la hermandad haya decidido la creación de este fondo.
Un mes de mayo el de este año atípico, sin fiestas ni cohetes, pero dedicando incluso los donativos para la pirotecnia a la caridad. Porque, a pesar de las circunstancias, Brenes ha seguido haciendo este mes solidario junto a la Santa Cruz.