Las hermanas clarisas del famoso convento de Carmona llevaban muchos años pidiendo con un pequeño cepillo para la posible restauración del Ecce Homo expuesto en su coro alto, dentro del espacio convertido en museo dentro de la torre mirador. Pero la empresa no ha sido posible hasta ahora que la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta ha concedido por fin las ayudas destinadas a la conservación-restauración de bienes muebles del patrimonio religioso andaluz a aquellas entidades que quedaron suplentes de la convocatoria de 2021, a través de una resolución complementaria de concesión a fecha de 27 de diciembre de 2022.
El joven conservador y restaurador sevillano Darío Ojeda será el encargado de realizar los pertinentes trabajos. El pasado 31 de diciembre fue recogida la escultura en el propio convento de Carmona y, después de haber fijado su policromía para evitar desprendimientos en el traslado, fue conducida hasta el taller de Ojeda, en el sevillano barrio de Bellavista.
Miembro de ACRE y de la Asociación Gremial Sevillana de Arte Sacro, Ojeda cuenta ya con un currículo que lo avala, tanto en escultura como en pintura. En este sentido, por sus manos han pasado la Virgen del Dulce Nombre de la Hermandad homónima de Bellavista (Luis Álvarez Duarte, 1969), la imagen de Santa Joaquina de Vedruna (Antonio Castillo Lastrucci, 1942), unas tablas al óleo de alegorías eucarísticas pertenecientes a la Hermandad Sacramental del Sagrario de Sevilla (s. XVII-XVIII) o la escultura de San Miguel Arcángel (atribuida al círculo de Pedro Roldán, finales s. XVII) de la Capilla de San Sebastián, sede de la Hermandad de la Vera-Cruz de Los Palacios y Villafranca.
El Ecce Homo del convento carmonense, en pésimo estado de conservación, es una pieza escultórica de medio cuerpo tallada en madera y que ha sido atribuida tradicionalmente a José Montes de Oca y León, escultor sevillano (1676-1754), debido a sus rasgos morfológicos y estilísticos que se acercan a su producción dieciochesca. Desde que esta pieza fue colocada hace unos años en el lugar donde hoy día se expone, ha suscitado el asombro de todos los visitantes debido a que podría integrar una lista roja del patrimonio histórico-artístico andaluz. Sus daños estructurales, unidos a las importantes pérdidas de estratos pictóricos, hacen peligrar su perdurabilidad e integridad.
Estudios sobre la talla
La restauración se complementará con un estudio e investigación histórico-artístico por parte de un compañero habitual en el equipo de trabajo de Ojeda, Alejandro Román, doctorando en Historia del Arte y miembro del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, y de Estrella Sánchez, historiadora del arte con Máster en Patrimonio Artístico Andaluz y su Proyección iberoamericana. Su trabajo complementario a la intervención técnica permitirá acercarse más a la historia y origen de la pieza, así como una revisión bibliográfica y documental con relación a la misma.
Está previsto que los trabajos finalicen “a lo largo del año 2023, cuando se presentarán los resultados de dicha intervención e investigación, devolviendo su esplendor original a esta interesante obra escultórica barroca que conforma el patrimonio conventual carmonense”, según ha declarado el propio Ojeda, quien reconoce que “sin esta ayuda autonómica que supone la subvención de la Junta para la restauración de bienes de arte sacro no hubiera sido posible”. Dicha subvención costeará el 80% del proyecto de intervención, por lo que sigue siendo necesaria la colaboración ciudadana y de instituciones para completar el porcentaje restante.
En este sentido, las hermanas clarisas de esta comunidad han puesto en marcha una serie de proyectos en los últimos años con el fin de aumentar su solvencia y reparar su patrimonio, como la apertura de espacios conventuales para la visita o la reciente inauguración de una hospedería, que inserta el cenobio dentro de la oferta turística de la monumental ciudad de Carmona.