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Rodrigo, disfrazado de elfo de Papá Noel, recorrió Gerena para recaudar fondos para las terapias de su amigo Andrés.
Antes de que Papá Noel llegase a Gerena, un elfo recorrió en la tarde de este viernes las calles de la localidad. Lo hizo en solitario, pero con un claro objetivo: repartir batones navideños a cambio de un euro para apoyar la lucha contra una enfermedad rara.
El elfo es Rodrigo, un niño de Gerena de 4 años, que, ni corto ni perezoso, decidió echarse a la calle por una buena causa. Su amigo Andrés – cinco años mayor que él – sufre una enfermedad mitocondrial, para la que necesita terapias que suponen un alto coste.
Por ello, pertrechado con su uniforme de ayudante de Papá Noel, y bien provisto de bastones de caramelo, Rodrigo salió primero a visitar a los vecinos de su calle, ofreciéndoles las golosinas por un euro. Dado el éxito de la venta, el pequeño elfo se aventuró a recorrer más calles de la localidad, entrando incluso en bares y comercios. Según explican, ningún gerenense de los que apeló – ya fuera yendo hasta sus domicilios o abordándolos por la calle – se resistió a aportar su euro.
Rodrigo visitó tiendas y bares para vender sus bastones navideños.
El pequeño elfo recaudó para pagar la primera sesión de terapia de 2022 de Andrés
Tal fue el empeño de Rodrigo que con esta primera batida ha recaudado lo necesario para que la primera terapia que reciba Andrés en 2022 sea sufragada con esta particular venta solidaria de bastoncillos navideños de caramelo. Pero no contento con ello, su intención es volver a salir este 25 de diciembre, si la lluvia se lo permite, para seguir recaudando más para su amigo. Y para que esta bonita iniciativa no quede en lo anecdótico, se ha habilitado una cuenta – ES45 2100 2470 5702 0021 5528 – a la que hacer donaciones para ayudar a Andrés.
Nadie se resistió a colaborar con la iniciativa solidaria de Rodrigo.
Las enfermedades mitocondriales son un grupo de trastornos metabólicos causados por mutaciones genéticas que provocan problemas musculares y neurológicos, entre otros. Para fabricar la energía necesaria, el cuerpo se sirve del metabolismo, el proceso mediante el cual las mitocondrias - unos orgánulos celulares – consumen la glucosa y otras sustancias aportadas por la alimentación, en el proceso denominado “respiración celular que requiere oxígeno y en el que se genera energía”, según se explica en la Guía Metabólica del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Las enfermedades mitocondriales son degenerativas y altamente discapacitantes
Cuando existe un defecto en la producción de energía, “las reacciones metabólicas que la requieren no funcionan eficazmente, ni tampoco lo hacen los órganos y sistemas de nuestro organismo, especialmente aquellos que necesitan más energía para su función (cerebro y sistema nervioso en general, músculo, hígado, riñón)”. Es por ello que estas enfermedades pueden mostrarse de distintas formas, afectando a cualquier órgano o tejido y en cualquier momento, aunque por lo general ocurren antes de los 20 años.
Andrés, el beneficiario de la venta solidaria de Rodrigo, acompañado por su madre y su hermano.
Las enfermedades mitocondriales, clasificadas como enfermedades raras, poco frecuentes o de baja prevalencia, tienen una incidencia inferior a 5 de cada 10.000 habitantes. Son patologías genéticas, crónicas, degenerativas y altamente discapacitantes, y sin cura en la actualidad. La investigación es vital para las personas afectadas, ya que dependen de los avances médicos y farmacológicos para paliar los síntomas y frenar el avance de la enfermedad.