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Una Semana Santa de Patrimonio Mundial de la Humanidad

Vuelve la emoción, el racheo, los cirios o las chicotás entre calles milenarias y angostas. Vuelve la semana mayor en Carmona con muchas novedades en los cortejos procesionales.

Ezequiel García ezegarcia85 /
10 abr 2022 / 11:54 h - Actualizado: 10 abr 2022 / 12:16 h.
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  • Una Semana Santa de Patrimonio Mundial de la Humanidad

Podría comenzar este reportaje con el ya repetido discurso de la vuelta de la Semana Santa tras dos años en blanco. Permítanme que no use tales recursos. La Semana Santa nunca se fue, siempre estuvo, de una forma u otra, en el rezo humilde a los titulares de sus hermanos; en la vida de hermandad durante la pandemia; en quebraderos de cabeza para cuadrar cuentas de cara a una salida que parecía que nunca llegaría; en seguir remozando pasos y pensando en cómo engrandecer todas y cada una de las corporaciones carmonenses.

La Semana Santa siempre estuvo ahí, por mucho que nos dejaran en casa; por mucho que recuperáramos vídeos de años gloriosos ya pasados. Ahora, toca volver a esa bendita rutina de cinco siglos que mezcla fe y cultura, tradición y vanguardia, recogimiento y folclore, devoción y pasión. Y toca verla, esta vez, en un entorno que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad.

Viernes de Dolores

El preludio de esta semana mayor lo puso la Orden de los Servitas, tan única, tan romántica, tan elegante. Un palio de ocho varales, a la vieja usanza, estrenando este año nuevos faldones en terciopelo grana; la sobrepeana y cuatro candelabros de cinco luces obras de Juan González y dos relicarios obras de finales del siglo XVIII realizados en madera de ébano con apliques en plata recientemente restaurados por Rafael Maqueda y el taller de orfebrería Domínguez. Un día único que llenó las calles y que hizo de su discurrir por el torno de Santa Clara un momento único, para enmarcar entre cantos celestiales de las monjas Clarisas y la lluvia de pétalos del pueblo.

Sábado de Pasión

Igualmente, este Sábado de Pasión vio, por primera vez durante las vísperas, la procesión de una imagen desde la Iglesia de San Antón, la única parroquia sin hermandad, que sigue en ese proceso de discernimiento para dotar a los extramuros más populosos de esa corporación que llene de alegría a esta zona en expansión. Como decíamos, por primera vez recorrió las calles un Stabat Mater con la Virgen del Real, una imagen atribuida pero no documentada al círculo de Juan de Astorga, acompañado de los grupos parroquiales y de la Archicofradía de María Auxiliadora, en representación de los Salesianos, quienes ya coparon, durante los años 90, esta jornada con la ya extinta y recordada Hermandad Infantil. Todo pasa por algo...

Domingo de Ramos

Hoy, Domingo de Ramos, no hay misterio de la Entrada de Jesús en Jerusalén. No, no ha sido tradición en Carmona. Eso ha quedado relegado a las parroquias, inundadas de jóvenes y mayores, familias enteras, con la tradicional procesión de palmas. El Domingo de Ramos en Carmona lleva el nombre de la Esperanza y el Cristo de la Coronación de Espinas. Este año siguen enriqueciendo el imponente paso de misterio con dos ángeles pasionistas para las esquinas delanteras, obras de Mariano Sánchez del Pino; así como un nuevo ropaje para el Sanedrita, diseñado por Manuel Jiménez García. Una oportunidad de oro de ver una imagen de Cristo atribuido a Pedro Roldán, en torno a 1660; así como a la virgen de la Esperanza, talla anónima del XVIII. Un lugar único para disfrutarla, la cuesta de las Hermanas de la Cruz.

Lunes Santo

El Lunes Santo es el día del barrio de San Felipe. El otrora templo parroquial es una de las imágenes de la Semana Santa cuando, en su salida, los dos pasos del cortejo esquivan con maestría el difícil arco ojival del vetusto templo. El imponente Cristo de la Amargura, obra del escultor Jorge Fernández Alemán, es el más antiguo en procesionar en Andalucía (1521). Y este año, tras los actos llevados a cabo durante la pandemia con motivo de su 500 aniversario, estrenará el juego de potencias sobredoradas, obra de los orfebres Hermanos Fernández. La virgen del Mayor Dolor, con sus bellas manos entrelazadas, fue tallada por Hita del Castillo en 1762. Además de la entrada y salida, es único su discurrir por la calle Joaquín Costa.

Una Semana Santa de Patrimonio Mundial de la Humanidad

Martes Santo

Otro barrio. Único y singular. San Blas se vuelca el Martes Santo para ver a la Hermandad de la Sagrada Expiración, que en este 2022 está de celebración, ya que su titular cumple 50 años desde su hechura, realizada con tanto mimo por el imaginero carmonense Antonio Eslava Rubio. Con casi medio millar de nazarenos, una de las cofradías más populosas, es digna de ver por su barrio. Como estrenos, se podrán contemplar una nueva bandera parroquial; la corona para la Virgen del Calvario, un mantolín para San Juan Evangelista y un nuevo llamador en el paso de Misterio; un juego de tembladeras y un fajín para María Santísima de los Dolores y un nuevo juego de potencias, cantoneras y el INRI en plata para el Santísimo Cristo de la Sagrada Expiración.

Miércoles Santo

El arrabal carmonense, San Francisco, tiene su día el Miércoles Santo. Recogimiento y alegría, luto y devoción. La Quinta Angustia pone en la calle un misterio excelso que representa el momento del Sagrado Descendimiento de Cristo Nuestro Señor, obra de Eslava. Este año, el paso de caoba estrenará los faroles delanteros, realizados por Orfebrería Jesús Domínguez. Tras éste, la preciosa talla que Lastrucci tallara con mirada dulce. Nuestra Señora de las Angustias procesiona en un palio calado que recuperara de la Hermandad del Amor, con claras reminiscencias orientales. Un punto que no deberían perderse es el discurrir de dicho palio por Tinajería y Tahona, donde el barrio rompe el silencio sobrecogedor del Misterio para recibir a su virgen dulce entre vítores y pétalos.

Jueves Santo

Santiago es Jueves Santo en Carmona. El barrio de los kíkilis se prepara para recibir a su Hermandad de la Columna, que este año estrenará paso de misterio prácticamente nuevo, obra de los hermanos Caballero; así como una nueva disposición de las figuras secundarias. Al imponente Cristo de Manuel García de Santiago, se le unirán San Pedro y un soldado romano. Del anterior paso de Misterio se han aprovechado los respiraderos, en perfecta consonancia con la nueva canastilla, en la que destacan el nuevo llamador en plata y cuatro altorrelieves con imágenes de Santiago, San Teodomiro, San Juan Grande y San Fernando. Nuestra Señora de la Paciencia, obra de Francisco Buiza, discurre en su palio bordado por Josefa Antúnez y que luciera la Virgen de la Presentación de la hermandad del Calvario de Sevilla hasta principios del siglo XX.

Viernes Santo

El Viernes Santo es el día de mayor número de cofradías en la ciudad. Por la mañana, la Hermandad de la Esperanza pone en la calle a su tercer paso, el Señor de los Desamparados, muerto en la cruz, obra anónima del siglo XVIII en el imponente paso de caoba, antiguo del Señor de la Coronación de Espinas. Un acierto el de esta hermandad el de recuperar ambas joyas para la mañana del Viernes Santo, entre un centenar de nazarenos de riguroso negro.

Por la tarde, San Pedro es un hervidero. Una parroquia llena de vida que se ha asentado en la tarde de la jornada, creciendo poco a poco tanto en patrimonio como en personas alrededor del Señor de la Humildad y Paciencia y María Santísima de los Dolores, ambas obras de José Montes de Oca. Al precioso paso de Cristo, de forma piramidal para resaltar la imponente figura de Jesucristo, se une el enriquecimiento que poco a poco ha ido ganando el paso de palio. Este año, estrena el bordado de las bambalinas interiores, obra del taller de Benítez y Roldán con pinturas de la artista Nuria Barrera; la peana del paso de palio, una nueva pértiga y una nueva saya para la Virgen de los Dolores. Las revirás entre Aguditas, Tinajería y Tahona, son dignas de presenciarlas.

Una Semana Santa de Patrimonio Mundial de la Humanidad

Ya entrada la noche, la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Carmona, o Nuestro Padre, como es conocida, realiza su breve pero profunda estación de penitencia. Jesús Nazareno, obra de Francisco de Ocampo, con túnica tallada, procesiona sobre el vanguardista paso de Fernández Lacomba. Tras él, Nuestra Señora de los Dolores, bajo el palio más antiguo de Andalucía (y puede que de España). Este año, precisamente, es la imagen que más estrenos trae consigo. Se ha restaurado el manto de la sagrada imagen, así como el dorado de la corona de Nuestra Señora de los Dolores, que saliera de las manos de Felipe Duque Cornejo, del círculo familiar de los Roldán. El manto perteneció a la Esperanza de Triana hasta principios del siglo XX y hay estudiosos que lo atribuyen a Rodríguez Ojeda.

Sábado Santo

El Sábado Santo es el día del Santo Entierro. La hermandad hacía su recorrido desde la iglesia de Santa Ana, ahora recuperada para la oferta cultural de la ciudad tras una restauración ejecutada de forma magistral. Pero el exilio ya dura mucho. Ayuntamiento y corporación trabajan en volver a dicho lugar, donde nacieron, donde crecieron. Todo se verá en los próximos meses, pero, mientras, la más joven de las cofradías carmonense (1971), volverá a salir desde el Salvador con ese imponente único paso de misterio del Cristo Yacente de Buiza y María Santísima de la Soledad, de las mismas manos. Este año estrenará un manto de terciopelo negro bordado en hilo de oro. Y Jesucristo en el sepulcro lucirá como el primer día tras su restauración. El paso de Misterio es una joya decimonónica que perteneció a la hermandad de la O.

Domingo de Resurrección

Pero la Semana Santa carmonense acaba, desde hace poco más de un lustro, no con el Santo Entierro, sino con la alegría de la Resurrección del Señor. Una procesión interparroquial donde el Señor de la Paz en su Resurrección sale desde Santa Maria sobre el paso de María Auxiliadora de los Salesianos de Carmona, visitando todas y cada una de las parroquias de la ciudad (San Bartolomé, San Pedro y San Antón), concluyendo en esta última.

En definitiva, diez días para vivir y sentir una ciudad única con una Semana Santa declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Medio milenio de fe, tradición, devoción y cultura sobre cinco mil años de historia. ¡A la Gloria!