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Beatriz García Contreras.
Las hamburguesas suelen ser una de las opciones rápidas a la que recurrimos cuando tenemos poco tiempo o porque simplemente se nos antoja. Sin embargo, debemos atender bien al etiquetado de las hamburguesas que podemos encontrar en los supermercados, pues no todas cuentan con los mejores ingredientes o tienen demasiados aditivos añadidos.
Es en este punto donde entra en acción la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la cual ha querido analizar 16 tipos de hamburguesas de diversos supermercados para conocer a fondo la calidad de estas, estudiando todos los parámetros posibles y, así, poder brindar a los consumidores toda la información para que puedan elegir con criterio.
“Las hamburguesas frescas de supermercado pocas veces son hamburguesas 100%, con carne picada como único ingrediente. Generalmente suelen ser “hamburguesas de preparado de carne”, es decir, carne picada a la que se le han añadido productos alimenticios, condimentos o aditivos. En las hamburguesas analizadas hay cebolla, soja, arroz y maíz, alguna especia como la pimienta, azúcar en forma de dextrosa, glucosa o lactosa. Y mucha sal. Además, ninguna hamburguesa está libre de aditivos”, explica el equipo de la OCU.
Uno de los principales requisitos a la hora de comprar una hamburguesa de supermercado es la calidad de su carne. Esto se convierte en algo difícil de analizar cuando la carne ya está procesada y mezclada con diferentes aditivos e ingredientes. “En el laboratorio se han realizado tres pruebas para determinar la calidad de los 16 productos analizados: Una, para determinar la relación colágeno/proteínas: si la hamburguesa tiene colágeno en cantidad abundante, es señal de que se ha picado carne con muchos tendones, de calidad comercial baja. En este aspecto, las diferencias de calidad entre los productos analizados son muy grandes; Otra, para medir la cantidad de calcio presente en la carne: si es alta, podría ser muestra de que la carne se ha separado mecánicamente (está prohibido por el problema de las vacas locas). En nuestro análisis, los valores máximos encontrados están en línea con lo esperado en una carne de vacuno. No hay problemas en este sentido; Y, una última, para comprobar si toda la carne es de vacuno. En el pasado detectamos que algunas hamburguesas llevaban carne de caballo mezclada con vacuno. Esta vez, la búsqueda por la técnica de PCR descarta por completo la mezcla con carnes que no sean de vacuno, lo que es una buena noticia”, desarrollan desde la organización.
Asimismo, los resultados muestran que las hamburguesas son un producto de peor calidad que un filete de ternera, por ejemplo. “Frente a la carne de ternera, estas hamburguesas son nutricionalmente peores. De media, presentan más del doble de grasa: 13,6 % las hamburguesas por un 6 % la carne de ternera; menos proteínas: 16,9 % en las hamburguesas por un 19 % en la carne de ternera; hidratos de carbono: no aparecen en la carne de vacuno, pero sí en las hamburguesas, alrededor de un 2 % en forma de azúcar o almidón y mucha sal: de media 1,46 g/100 g de producto. Demasiada cantidad si, además, sumamos la sal de las salsas para acompañar (tomate y mostaza) y del pan”, afirman.
Según un panel de expertos con los que ha contado la OCU, una buena hamburguesa debe cumplir con 3 puntos clave: cuando está cruda debe tener color rojo vivo y olor esperado a carne; tras el cocinado, debe mantener la forma, tener un color y olor característicos de carne cocinada, sin olores extraños y en boca debe ser jugosa y tierna, con ausencia de retrogustos extraños.
Pero ¿cuáles son las mejores hamburguesas? “Tras analizar y comparar 16 hamburguesas frescas de vacuno, comprobamos que destaca por su buena relación calidad/precio la hamburguesa El encinar de Humienta (8,19 €/kg), nuestra Compra Maestra. En el extremo opuesto, la peor valoración global es para la Lidl Raza Frisona (6,04 €/kg): el análisis detecta una carne pobre en proteínas y rica en colágeno, y además ha presentado problemas puntuales de higiene”, sentencian en el análisis.
Por último, el equipo recomienda cocinar las hamburguesas bien hechas. “Por seguridad, se recomienda consumir las hamburguesas siempre bien hechas”.