El Buen Fin enseña el misterio de Darío Fernández

En la tarde de este miércoles, a una semana de que salga la cofradía franciscana, el gran estreno de la Semana Santa de Sevilla este 2024 ha visto la luz. La hermandad de El Buen Fin volverá a estar acompañada por un misterio y por fin la ciudad tendrá una obra de Darío Fernández Parra en la calle.

La Iglesia Conventual de San Antonio de Padua abrió este miércoles sus puertas y desveló el secreto mejor guardado de esta semana de pasión. Aunque se pensaba que no se podría ver, como muy pronto, este Lunes o Martes Santo, finalmente se ha revelado antes, para satisfacción del público cofrade.

A finales del mes de enero pudo contemplarse el paso del Santísimo Cristo del Buen Fin, porque la hermandad que lo tiene por titular, y cuyo hermano mayor es Juan Antonio Díaz Rico, estaba trabajando en la preparación de uno de los grandes estrenos de la Semana Santa de 2024, el nuevo misterio que ha realizado el escultor Darío Fernández en su taller de la calle Viriato, entre San Martín y San Juan de la Palma.

El artista siempre trabaja teniendo muy clara una premisa que él mismo recuerda a los propios cofrades del Buen Fin: "No son tan importantes las figuras como el momento que se va a representar sobre el paso de misterio". No obstante, se había generado una gran expectación para ver el resultado final de esta obra de imaginería.

Un trabajo preciso y a detalle

En la última semana de enero, y en la propia sede canónica de la corporación franciscana, durante dos días se llevaron a cabo pruebas reales sobre las propias andas procesionales con las nuevas figuras, terminadas ya en madera, a falta de perfilar pequeños detalles, como son las medidas que habrán de poseer las escaleras que portarán Nicodemos y José de Arimatea, la altura de la lanza del soldado romano, o el sistema con el que los brazos de la Magdalena se abrazarán a la cruz del Santísimo Cristo del Buen Fin.

Para este trabajo, había que tener en cuenta que este crucificado de Sebastián Rodríguez tiene que ser enterrado verticalmente en el monte para poder salir y entrar en su templo y en la catedral, y cuando vaya bajo, las articulaciones de la santa han de poderse abrir y cerrar sin que nadie tenga que subirse al paso. Finalmente, gracias a esta prueba, Darío Fernández obtuvo la información y datos necesarios para tallar el referido monte donde habrán de ubicarse las imágenes.

Ahora, casi dos meses después, se puede ver el resultado de tan arduo y preciso trabajo de este conocido imaginero. Todo está listo para que la hermandad estrene este Miércoles Santo este nuevo misterio, renovado y que hará las delicias de los cofrades, esperando ver su salida desde la calle San Vicente.