Arte Sacro

Hilo de oro catalán para engalanar a la Esperanza de Triana: "Dependemos totalmente de Barcelona"

En España solo queda una fábrica de hilos de oro y plata que surte de material a los artistas del Arte Sacro andaluces

Taller de encaje de bolillos de Alfonso Aguilar / Jorge Jiménez

Victoria Flores

Una toca de oro para la Esperanza de Triana, un manto bordado para la Piedad del Baratillo y un palio de plata bordado para la Virgen de la Paz. Los hilos de oro y plata están de moda en la Semana Santa sevillana. Cada vez son menos las hermandades que visten a sus imágenes con túnicas o mantos lisos para sus salidas procesionales y los talleres de artesanía sevillanos no dan abasto.

Si se está en silencio, en el corralón de artistas de la calle Goles se puede percibir el movimiento de los bolillos de madera de Alfonso Aguilar y cuando se habla con el presidente de la Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla, Francisco Carrera, conocido por todos como Paquili, coge el teléfono sin dejar de bordar. No hay tiempo que perder porque el patrimonio de las hermandades no para de crecer.

Sin embargo, esta semana en el pequeño taller de Aguilar han tenido que ralentizar un poco el trabajo. Se les está acabando el hilo de plata con el que hacer sus obras de encaje de bolillo y tienen que esperar a que les llegue desde Barcelona. En España solo hay una fábrica que se dedique a realizar hilo de oro y plata y surte a todos los que se dedican al bordado de arte sacro de Andalucía. "Como cierre, no sé que será de nosotros", bromea el bolillero.

Una empresa con 150 años de historia

La familia Monforte lleva desde 1857 fabricando hilos de oro en Monforte Systemfil, primero en un sótano en la Plaça de Sant Jaume, en pleno centro de Barcelona, y ahora en L'Hospitalet de Llobregat. Ignacio Monforte es la quinta generación de su familia que se dedica a esta tarea que empezó de manera artesanal y hoy se lleva a cabo con máquinas, aunque esto no significa que sea sencillo. "Para trabajar este hilo hay que pasar por seis, siento o incluso ocho fases", explica el dueño de la empresa a este periódico y enumera que el oro tiene que ser "abrillantado, estirada, dorado, recubierto y torcido", entre otros procesos.

Monforte sonríe al confirmar que Andalucía es su principal mercado. "Me siento muy orgullo", insiste, para subrayar que "es un sector que nos mantiene gracias a la tradición cofrade y a la tradición de las hermandades". El dueño de la empresa reconoce que sus clientes internacionales se quedan "sorprendidos" cuando les muestra las imágenes de lo que los artesanos del Arte Sacro andaluces puede hacer con sus productos.

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Jorge Jiménez

Para trabajar el hilo de oro hay que hacer puntadas de medio centímetro en medio centímetro, lo que supone un trabajo muy delicado. "Es admirable la devoción por guardar esas tradiciones", puntualiza y aplaude que en Andalucía prevalezca todavía "la esencia del bordado manual sin sustituirlo con bordados por máquina". Además, asegura que, cuando ve las obras de los artesanos terminadas siente "un alegrón muy grande por ser colaborador de ese trabajo".

La evolución constante

Paquili explica que "hay otra fábrica en Lyon, pero a esos no se les pide prácticamente nada". De hecho, hay muy pocas fábricas de hilo de oro y plata en el mundo, como sostienen desde Monforte. Antes en España había otra empresa que se dedicaba a ello, Hijos de Emilio Gómez SL-Tirador de Oro de Valencia, pero hace tiempo que cerró sus puertas. "Dependemos totalmente de Barcelona", insiste el bordador.

"Este es un negocio familiar donde se ha cuidado todo siempre mucho", señala Monforte par argumentar el secreto de su éxito. Material "de primera calidad", proveniente de la Sociedad Española de Metales Preciosos para tener la garantía de que es buena materia prima, y "afán de superación", esas son, según el empresario, las claves del éxito de Monforte. En aquel sótano de Sant Jaume no había electricidad y todo era a base de fuerza. Sus antepasados utilizaban "unos bancos de estiraje de alambrones, estiraban los alambres hasta conseguir los diámetros necesarios", todo con máquinas y telares de madera.

La Fábrica de hilo de Monforte. / M. G.

No se quedaron ahí, desde hace más de 150 años su familia ha creado y desarrollado la maquinaria específica para hacer los hilos de oro y plata. "No existen máquinas para hacer los hilos de oro como para fabricar un coche", indica, por lo que su familia ha tenido que "modifica y adaptar" la maquinaria para que fuera acorde a sus necesidades. "Por eso somos únicos, porque no hay otra manera", sentencia.

El precio del oro bate récords

Pese a que el Arte Sacro es su principal fuente de ingresos, los Monforte han extendido su negocio. Con sus hilos se bordan trajes de luces para toreros de España, Latinoamérica o Francia. Además, otro de sus principales mercados es el Vaticano, donde los miembros del clero compran también sus productos.

Con solo una fábrica en todo el país, los artesanos andaluces temen que algún día pueda cerrar y que tengan que cambiar su manera de trabajar algo que rechaza Monforte. El dueño de la fábrica lamenta hoy en día se viven "momentos muy delicados" porque los precios de la materia prima están en máximos históricos. Sin embargo, sostiene que "la ilusión de trabajar en este producto, contar con una clientela superfiel y encantada de seguir usando esos productos" les mantienen al pie del cañón incluso en momentos de vacas flacas.

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