Más de cien actos cofrades extraordinarios se han autorizado en Sevilla desde el final de la pandemia

Era el 14 de septiembre de 2021. El flamante nuevo arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, aprobaba el decreto por el que se restituía el culto externo en Sevilla. Desde aquel entonces, hay que sumarle a las salidas procesionales ordinarias, numerosos cultos extraordinarios aprobados por la archidiócesis.

Desde traslados por diversos motivos hasta salidas en sus respectivos pasos, nos encontramos con un total de ciento tres actos cofrades externos y extraordinarios que han sido aprobados solamente desde 2021. Así, en el último trimestre de 2021 pudimos presenciar diez actos extraordinarios externos, en 2022 hasta trece salidas fuera de los cultos ordinarios y en 2023 esa cifra ascendió a treinta y uno.

Si todo se cumple y no hay ninguna suspensión por motivos meteorológicos, este 2024 se cerrará con cuarenta y nueve actos externos en la ciudad de Sevilla de carácter extraordinario que lleva a la ciudad a superar la centena de procesiones fuera de lo establecido por sus respectivas normas desde el regreso del culto público. Actos que han resultado complejos incluso en organización como por ejemplo, un traslado de la Estrella a Santa Ana el día de la Final de la Copa del Rey.

¿Hermandades amantes de la calle?

Si recogemos los datos estadísticos, podemos ver que existen hermandades que desde 2009, alcanzan un gran número de salidas procesionales fuera de sus cultos de regla. Es el caso de la Esperanza de Triana que entre procesiones, traslados y otros actos, acumula un total de trece salidas extraordinarias en quince años: cuatro en 2009, dos en 2016, tres en 2018, dos en 2022 y las próximas dos de diciembre de 2024. Además, hay que sumarle las cuatro que, como mínimo, tendrá por la Santa Misión de 2025 en el Polígono Sur y en la que visitará dos parroquias.

Existen otras hermandades que también han protagonizado sendos actos externos que han sacado a sus imágenes a la calle hasta en cinco ocasiones de forma extraordinaria. Será el caso de la Hermandad de la Estrella en este 2024, con las dos procesiones de ida y vuelta por el 25 Aniversario de la Coronación Canónica de la Dolorosa, el traslado a Santa Ana en el mes de abril por el 350 Aniversario de la fusión de las Hermandades de las Penas y de la Estrella y el traslado previo al triduo extraordinario de la Dolorosa que tendrá lugar en San Jacinto a finales de octubre.

Otro caso de gran número de salidas extraordinarias en un año lo tenemos en la Santa Misión del Gran Poder en 2021. El Señor de Sevilla salió hasta en cinco ocasiones distintas para acudir a los Tres Barrios y posteriormente regresar a la Basílica de la plaza de San Lorenzo. Lo cierto es que con este modelo de misiones, vistas también en Pino Montano, se acrecienta el número de ocasiones que salen a la calle las imágenes de nuestras hermandades. Eso sí, no todas procesionan sobre sus pasos pero basta con que salgan a la calle en unas simples andas para que ocupen el viario público y puedan ser catalogados como salida o acto extraordinario.

Más de la mitad han tenido su salida extraordinaria

Si miramos los datos, podemos observar que 72 hermandades de las 124 que integran el Consejo de Hermandades y Cofradías, el 58,1% de las corporaciones, han celebrado como mínimo una salida extraordinaria en los últimos quince años. Un número que se concreta mucho más si hablamos de las hermandades de penitencia en la que solo 21 hermandades de las 70 con carácter penitencial, han optado por no realizar ningún acto externo extraordinario fuera de sus reglas. De hecho, está previsto que esa lista comience a mermar a partir del próximo año puesto que hermandades como el Cristo de la Corona, que aún no han realizado actos de este tipo desde 2009, tienen previstas salidas extraordinarias.

El boom actual de este modelo no tiene precedentes y las administraciones deberían estar preocupadas. Nunca en la historia nos hemos enfrentado a un año como el de 2024 con más de cuarenta cultos externos extraordinarios en doce meses. A los aniversarios fundacionales, coronaciones o aniversarios de hechura de imágenes, hay que sumarle el carrusel de bodas de plata de las imágenes coronadas por Carlos Amigo entre las que destacan el Valle, Rosario de Monte-Sión o la Esperanza de la Trinidad.

Imágenes que son bastantes identificativas e imanes de fe muy importantes en la ciudad. Además, desde 2021 se observa un aumento progresivo de actos extraordinarios. Si antes de la pandemia hablábamos de una media de diez cultos externos fuera de reglas por año, esta cifra se ha triplicado durante la pospandemia según los datos recogidos.

Y ojo, hablamos exclusivamente de actos extraordinarios. En 2023, ya se contabilizaron un total de 462 actos cofrades externos. Si bien es cierto que la lluvia ha privado a los cofrades de un mayor número de procesiones en 2024, no debería de verse mermado demasiado.

Las normas diocesanas lo dejan claro

Lo cierto es que la archidiócesis de Sevilla ya reguló en 2015 las salidas extraordinarias. En un decreto promulgado por el arzobispo Juan José Asenjo indicaba que sólo se daría curso a las solicitudes de salidas procesionales extraordinarias “con ocasión de la coronación canónica de la imagen titular de la hermandad, así como en el XXV aniversario -y los múltiplos de veinticinco- de la coronación de dicha imagen o de la erección canónica de la hermandad”.

Además, “cuando, previa valoración positiva del Consejo Episcopal, se celebren actos singulares de especial relevancia eclesial y de gran interés pastoral”. Las hermandades en un ejercicio de originalidad, han encontrado la vía de celebrar también los aniversarios de la hechura de las imágenes. Bajo el pretexto de organizar algo con gran interés pastoral, nos encontramos las misiones de hermandades como el Gran Poder o la de Pino Montano.

También nos encontramos a las puertas de las ya mencionadas misiones de la Esperanza de Triana por el 75 Aniversario del Dogma de la Asunción. Pero esto no se limita exclusivamente a la ciudad de Sevilla ya que en la provincia han existido (y existen) misiones como las que se están desarrollando en La Algaba con la imagen del Nazareno.

Volviendo al decreto de 2015, se puede decir que surge ante la necesidad de fijar “sin más demora unos criterios claros sobre dichas salidas extraordinarias”. Unas salidas que se han multiplicado, en los últimos años y que “no están expresamente establecidas en las Reglas correspondientes”. El decreto sí sirvió para regular todos los actos extraordinarios de las hermandades sevillanas que sufrieron una disminución importante.

No obstante, la archidiócesis levantó la mano en los últimos años del episcopado de Asenjo, otorgando sonoras coronaciones canónicas como la de la Paz, la Salud de San Gonzalo o la Victoria de las Cigarreras.

En el decreto se detallaba el proceso a seguir para solicitar una salida extraordinaria, siempre que casaran con los supuestos mencionados: “Se presentará la solicitud ante el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, quien indicará los requisitos canónicos y pastorales, así como el programa de acción caritativa y social a seguir. Una vez completado el expediente al efecto, le dará traslado al delegado episcopal para los Asuntos Jurídicos de las Hermandades y Cofradías, que concederá la preceptiva autorización, si nada obsta en contrario”.

Por último, el decreto fijaba que antes de promulgarse el decreto, el prelado realizaría consultas al Consejo Episcopal, al delegado diocesano de Hermandades y Cofradías y al delegado episcopal para Asuntos Jurídicos de las Hermandades y Cofradías.

¿Tiene el Ayuntamiento competencias para limitar?

A nadie se le escapa que las administraciones públicas cada vez están más molestas con la gran cantidad de procesiones que hay en la calle. A principios de octubre el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ya lanzó la idea -aunque tuvo que retroceder- de estudiar una tasa para aquellas cofradías que quisieran salir a la calle.

Las hermandades tienen mucho peso en la política local sevillana. Si calculamos la cantidad de cofradías por habitante, se puede ver que una corporación vertebra un barrio, una zona o un grupo social importante de la ciudad. Actualmente, el dato es demoledor: Sevilla tiene una hermandad por cada 5.000 habitantes.

Para las fuerzas políticas locales esto tiene una vital importanci, ya quee raro es el caso de que el ayuntamiento se oponga a la celebración de una procesión como fue el caso de la Virgen de Valme el pasado año. La corporación nazarena quiso llevar la imagen antes de partir a Dos Hermanas hasta la plaza Nueva tras presidir los actos del aniversario de la Reconquista, algo que fue declinado por la administración local alegando motivos de seguridad.

Nueve años después, voces críticas defienden la existencia de excesos y la urgencia por actualizar el decreto de Asenjo. Sevilla vive condicionada por una altísima actividad cofrade y es obvio que el modelo extraordinario supone un quebradero de cabeza para el gobierno local. La presión que soporta la ciudad es infinitamente mayor a la que suelen soportar otras ciudades andaluzas como Málaga, Granada o Jerez. Una problemática que aunque siempre ha estado ahí, cobra especial relevancia a las puertas del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular cuya organización también ha provocado tensiones con el poder político. ¿A qué precio paga el sevillano la convivencia, si es que la hay?