Sevilla FC

El Sevilla no logra contener la insistencia del Villarreal (3-2)

Los dos goles de En-Nesyri no fueron suficientes para sumar en La Cerámica, y Sørloth cabeceó a la red el tanto definitivo en la última acción del partido

Youssef En-Nesyri de Sevilla.

Youssef En-Nesyri de Sevilla. / AFP7 vía Europa Press

Álex Mérida

Álex Mérida

Con escaso ritmo e imprecisiones, pero algo más de dominio del Villarreal comenzó el partido en La Cerámica.

Los de Quique Sánchez Flores, fieles a su idea, salieron replegados con la idea de cazar en un descuido o en un fallo posicional a la defensa groguet.

No consiguieron unir dos pases seguidos y pronto el Sevilla FC se vio sometido ante los de Marcelino García Toral, que empezaron a enlazar saques de esquina y a generar incertidumbre en la defensa nervionense.

A los diez minutos de partido, una buena salida de Mosquera para Baena, que habilita de primeras a Guedes con un toque de mucha clase, dejó sólo al luso frente a Nyland, pero la portería se le hizo grande y decidió regalar sin precisión un balón a Sørloth perdiendo así la oportunidad de adelantarse.

La intensidad del submarino amarillo no cesó y siguió aproximándose a los dominios del meta sevillista. 

Sería Ilias Akhomach instantes después quien puso un buen centro a la cabeza del prominente delantero noruego sin encontrar este los tres palos.

El primer acercamiento sevillista cambió el guion del partido por minutos

Le costó en demasía igualar al Sevilla la intensidad del Villarreal y no se aproximó hasta el 18’ a la portería castellonense en una falta lejana que botó Suso y sembró la inquietud sobre un posible penalti en un contacto entre Sørloth y Agoumé, pero Díaz de Mera no consideró suficiente el mismo para señalar pena máxima favorable a los sevillistas.

Ese primer acercamiento de los de Quique sirvió para equilibrar fuerzas y sacudirse del arreón inicial de los groguet.

Si el manchego minutos atrás no consideró punible lo sucedido en el área amarilla, no se lo pensó tras un centro de Jesús Navas al segundo palo que remató Suso e impactó en la despegada mano de Kiko Femenía. 

Díaz de Mera señaló los once pasos y En-Nesyri lanzó a su izquierda, al hierro, como mandan los cánones. Jörgensen, que adivinó el disparo, no pudo alcanzarlo. 

Rápida reacción y vuelta al inicio

Le duró poco la alegría al conjunto nervionense. Ya llevaba tiempo avisando Sørloth y antes de la mediahora anotó su decimoctavo tanto en liga tras un remate picado a centro de Jorge Cuenca ante el que Nyland nada pudo hacer y las tablas volvieron al marcador.

El gol del noruego devolvió el control al Villarreal, que supo en este primer tiempo imponer su necesidad de sumar tres puntos para seguir con opciones de asaltar la séptima plaza frente a un Sevilla, que si bien acumulaba 13 de los últimos 15 puntos, evidenció que una vez vencida la presión y sin aspiraciones en la clasificación, bajó una marcha.

El plan de Quique con Suso para tener el balón no dio sus frutos y las opciones para salir jugando e intentar pausar el ritmo fueron contadas.

Pero el Sevilla tiene un delantero de altos vuelos. Un marroquí siempre al rescate de su equipo cuando peor está. 

En-Nesyri, agazapado entre la defensa groguet, aprovechó con un imponente salto otro buen centro del capitán, de Jesús Navas, cómo no, para volver a poner en ventaja a los sevillistas en los últimos instantes del primer tiempo.

El apartado negativo del encuentro lo dejó Francis Coquelin, que se marchó lesionado justo antes del descanso aquejado de su rodilla, una zona de su cuerpo que ya le ha dado problemas serios en el pasado.

Nyland mantiene la ventaja

Nada más reanudarse el juego en la segunda mitad, Baena tras una pared con Sørloth pudo poner de nuevo el empate en el electrónico, pero Nyland desbarató con una gran mano la ocasión del conjunto castellonense.

El Villarreal no paró de buscar el empate pero erró siempre en la última acción por demorarse en las mismas.

Transcurrida la hora de partido, Marcos Acuña tuvo que abandonar el verde de La Cerámica por molestias y entró en su lugar Adrià Pedrosa sin alterar el esquema.

De hecho, el asedio de los de Marcelino obligó incluso a que Ocampos doblara junto a Navas el carril diestro para impedir las subidas y los centros de Cuenca.

Baena, muy activo en el partido, gozó de múltiples ocasiones para poner las tablas en el encuentro, pero le costó encontrar portería en todas ellas.

El gol groguet revolucionó el final del partido

Los cambios de Quique no surtieron efectos para cambiar el transcurso del partido, que salvo escasos minutos fue un acoso constante del Villarreal a los dominios de Nyland.

Sin embargo, Terrats, que se incorporó al duelo tras la lesión de Coquelin, puso un centro potente por bajo que conectó Yerson Mosquera en el borde del área pequeña para igualar la contienda.

De nuevo apareció En-Nesyri, siempre activo cuando el Sevilla lo precisa, tuvo el tercero de nuevo en su cabeza después de un buen balón de Pedrosa, pero su testarazo se estrelló en el palo.

Tras el marroquí fue Lukebakio, recién ingresado al campo, el que gozó de un disparo desde fuera del área para probar a Jörgensen, que desvió el balón sin mayores complicaciones.

El enésimo centro de Jesús Navas, incansable en la derecha todo el choque, casi desemboca en un nuevo penalti para el Sevilla, pero Díaz de Mera confundió el impacto de la mano creyendo que fue Capoue y no Agoumé quien tocó con la misma.

Aclarada la acción y las aproximaciones sevillistas, el Villarreal siguió cargando el área hasta que anotó a la salida de un córner. Parejo la puso, prolongó Mosquera, autor del 2-2, y remató Terrats. El VAR confirmó la posición antirreglamentaria del mediocentro del submarino amarillo.

Sørloth, la verdadera amenaza del conjunto groguet, sí que envió al fondo de las mallas de Nyland el definitivo 3-2 en la última acción del partido tras cabecear un centro de Baena.

13 de 15 puntos hasta llegar a La Cerámica, donde los de Quique Sánchez Flores no pudieron contener la insistencia del Villarreal y acabó cayendo derrotado en el minuto 96.

El Sevilla FC recibirá el próximo miércoles a un necesitado Cádiz al que sólo le valen los tres puntos para intentar obrar el milagro de la salvación.