El Sevilla regresa a la senda de la victoria entre suspiros (1-0)

Antes de dar comienzo este Sevilla Fútbol Club - Rayo Vallecano, Jesús Navas recibió de manos de José María del Nido Carrasco la camiseta conmemorativa por haber alcanzado los 700 partidos oficiales con la elástica nervionense. El capitán fue aclamado por todo el Ramón Sánchez-Pizjuán en el que a la postre fue su antepenúltimo encuentro en Nervión previo a decir adiós al fútbol.

De área en área y con dificultad de ambos conjuntos para hacerse con la manija del esférico en los primeros minutos, la primera llegada fue vallecana, que intimidó los dominios de Álvaro Fernández sin que fuera a mayores.

Con Nemanja Gudelj como encargado del balón parado comenzó a asomarse el Sevilla de Xavi García Pimienta. En una falta lateral que sacó el serbio y cabeceó Sambi Lokonga sin encontrar los tres palos.

El Sevilla comienza a asediar al Rayo

Necesita muy poco Dodi Lukebakio para generar peligro y suyo fue el primer disparo tras un balón suelto que recogió en la frontal. Batalla se hizo grande y logró desviar a córner para evitar el primero sevillista.

Sirvió también el tramo inicial del partido para ver en un mejor nivel a Isaac Romero, participativo, originando indecisiones en Mumin y Lejeune e incluso sacándole una tarjeta al segundo en un fallo que propició el otro zaguero rayista.

El lebrijano dispuso de una buena ocasión al recibir de cabeza de Sow dentro del área, pero su disparo algo forzado se perdió a la derecha de Batalla.

Estuvo listo Isaac dentro del área para adelantar al Sevilla. Se zafó dentro del área de dos defensores escondiendo muy bien la pelota y antes de caer cedió al suizo para que la colocara en la escuadra del palo largo y el Sánchez-Pizjuán volviera a disfrutar de un gol de los suyos.

Los de García Pimienta siguieron dominando sin concretar y Nteka se quedó muy cerca de hacer las tablas. Álvaro García se internó desde la izquierda, recortó a Badé y chutó, quedando el rechace a placer para que el parisino golpeara, pero no consiguió impactar con el balón.

Tuvo otra el Rayo en una falta a la frontal por medio de Unai López, pero la estrelló en la barrera. Escasos minutos después, cuando el partido se encaminaba al descanso, Busquets Ferrer fue llamado desde el VAR por Cordero Vega para revisar una posible agresión del rayista a Isaac Romero. Considerada como tal, el balear expulsó a Unai.

Con un ritmo de juego excesivamente bajo, el Rayo replegado con uno menos intentando cazar una contra y con el Sevilla sin saber qué hacer con el balón, los diez primeros minutos de la segunda mitad, salvo algún destello de Lukebakio, no pasarán a la posteridad.

La pasividad de los de García Pimienta levantó los pitos en el Sánchez-Pizjuán. Fue de nuevo el extremo belgacongoleño el que le sacó las costuras a Pep Chavarría, pero tras pisar área su disparo no halló portería.

El Rayo ronda el empate en el Sánchez-Pizjuán con uno menos

Un error de Carmona tras resbalarse dio pie a que Álvaro García divisara a Nteka en el punto de penalti, pero Álvaro Fernández pudo repeler el golpeo y evitar el 1-1.

También volvió a tenerla Isaac Romero, que si bien estuvo más dinámico, de cara a portería sigue negado. La vaselina se le marchó desviada con todo a favor.

Sin el Sevilla ser capaz de mandar, por momentos hubo que contar si era el Rayo quien tenía 10 sobre el campo o los de Pimienta, los de Íñigo Pérez fueron creciendo poco a poco y rozaron el gol nuevamente en un cabezazo de Pedro Díaz.

Los nervios de todo el equipo se transmitieron a los aficionados del Ramón Sánchez-Pizjuán, que estallaron contra los suyos cuando Lokonga perdió el balón y Álvaro García estrelló el cuero en el palo.

Se enfriaron las fuerzas del Rayo y el Sevilla recuperó sensaciones por momento con Suso y Jesús Navas haciendo superioridad en la derecha y cargando el área, pero cuesta un mundo que este equipo finalice bien las acciones.

Ganó el conjunto nervionense, volvió a la senda de la victoria pero lo hizo con una actuación muy pobre en la que no fue capaz de demostrar que fueron los que tuvieron un hombre más sobre el campo en todo el segundo acto. Carentes casi de peligro, casi todo lo llevó el Rayo. El palo de Álvaro García pudo cambiar el rumbo. A pensar en el próximo lunes en el Sánchez-Pizjuán frente a Osasuna.